El mundo del espectáculo está lleno de historias curiosas, pero pocas tan sorprendentes como la de Nacho Guerreros, conocido por su papel como Coque Calatrava en la exitosa serie La que se avecina. Este actor riojano vio cómo su destino dio un giro inesperado gracias al Gordo de la Lotería de Navidad, que no solo cambió la vida de su familia, sino que también le abrió las puertas para iniciar una brillante carrera en el mundo de la interpretación.
Nacido en Calahorra, La Rioja, Guerreros se trasladó a Madrid buscando nuevas oportunidades, como tantos jóvenes con sueños por cumplir. Sin embargo, antes de alcanzar el éxito, trabajaba como camarero, un oficio que le permitía subsistir mientras intentaba abrirse camino en un sector tan competitivo como el artístico. Su vida parecía destinada a la rutina hasta que, en 2002, su familia en Calahorra se vio agraciada con el primer premio de la Lotería de Navidad. El número 08103, ampliamente distribuido en su localidad natal, les otorgó una suma considerable, ya que los padres de Nacho habían adquirido varios décimos.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
Este golpe de suerte marcó un antes y un después. Gracias al respaldo económico de su familia, Nacho pudo dejar el trabajo en la hostelería y emprender un camino más acorde con sus aspiraciones. Una de sus primeras decisiones fue abrir una tienda de diseño y decoración en Madrid, un negocio que combinaba su sensibilidad artística y su espíritu emprendedor. No obstante, su verdadera pasión siempre fue la interpretación, y este nuevo escenario le permitió dedicarse de lleno al teatro.
Con parte del dinero obtenido gracias a la lotería, Guerreros compró los derechos de Bent, una obra teatral de 1979 que aborda la persecución a los homosexuales en la Alemania nazi. Este proyecto fue clave para su carrera, ya que no solo le permitió explorar su talento actoral, sino también ganar visibilidad en el circuito teatral. Su desempeño en esta obra le valió una nominación como mejor actor de teatro por la Unión de Actores en 2005, un reconocimiento que marcó el inicio de su ascenso profesional.
Del teatro a Mirador de Montepinar
El propio Nacho Guerreros ha señalado en diversas entrevistas la importancia de aquel acontecimiento en su vida. “Si mi padre no me hubiera prestado el dinero, yo no habría podido hacer la función. Para mí fue fundamental esa lotería”, comentó en una ocasión, destacando cómo aquel respaldo financiero se convirtió en el cimiento de su trayectoria artística. Fue así como logró abandonar definitivamente el mundo de la hostelería para dedicarse de lleno a su pasión. El éxito en el teatro fue el trampolín que le permitió dar el salto a la televisión, donde finalmente encontró su lugar en La que se avecina. Su interpretación de Coque, el simpático y peculiar conserje de Mirador de Montepinar, le valió el cariño del público y consolidó su fama en España.
A las puertas de una nueva edición del sorteo más esperado del año, Nacho Guerreros es un ejemplo vivo de cómo la fortuna puede transformar vidas. El Sorteo Extraordinario de Navidad, que se celebrará el próximo 22 de diciembre, repartirá 2.520 millones de euros en premios, despertando ilusiones en todo el país. Mientras miles de personas adquieren sus décimos con la esperanza de cambiar su suerte, la historia de Guerreros nos recuerda que a veces un golpe de suerte no solo trae riqueza, sino también la posibilidad de perseguir nuestros sueños.
Hoy en día, además de su participación en proyectos televisivos, Guerreros sigue vinculado al teatro y se ha aventurado en nuevos negocios. Su historia es un recordatorio de que, detrás de cada éxito, suele haber una mezcla de talento, trabajo duro y, en ocasiones, una pizca de suerte. La suya llegó en forma de lotería, pero la aprovechó al máximo, convirtiéndose en un referente de perseverancia y creatividad.