Cuánto ganó Judy Garland por su papel en ‘El mago de Oz’: hoy sería una vergüenza

La por entonces joven actriz fue de las que menos dinero percibió en un rodaje accidentado de la que se terminaría convirtiendo en una de las películas más icónicas del Hollywood clásico

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En 1939, Judy Garland se convirtió en una leyenda cinematográfica gracias a su interpretación de Dorothy Gale en El mago de Oz, una de las películas más icónicas de la historia del cine. Sin embargo, detrás del brillo de la fama y las zapatillas de rubí se esconde una realidad económica que, medida con los estándares actuales, sería considerada inaceptable. Garland, quien entonces tenía solo 16 años, ganó apenas $500 por semana durante el rodaje, una cifra que, ajustada por inflación, equivale a unos $11.000 semanales en la actualidad. El rodaje duró aproximadamente cinco meses, lo que llevó su salario total a unos $7.500 (alrededor de $170.000 hoy en día). Aunque esta suma podría parecer decente en un contexto histórico, palidece frente a los salarios de sus compañeros masculinos en la misma producción.

Los actores Ray Bolger (Espantapájaros) y Jack Haley (Hombre de Hojalata) ganaban $3.000 por semana, seis veces más que Garland. Incluso Bert Lahr, quien interpretó al León Cobarde, ganó $2.500 por semana, cinco veces el salario de la actriz. Frank Morgan, quien interpretó al Mago de Oz y otros personajes, también recibió un pago superior, oscilando entre $1.000 y $1.500 por semana. Margaret Hamilton, la icónica Bruja Malvada del Oeste, tampoco escapó a las desigualdades, recibiendo $1.000 por semana, el doble que Garland. Increíblemente, hasta Terry, la perra que interpretó a Toto, ganó $125 por semana, una suma mayor que la de muchos extras y actores secundarios que participaron en la producción.

Los actores que interpretaron a los Munchkins recibían un salario promedio de $50 por semana, aunque hubo denuncias de que las cifras variaban y que muchos no fueron tratados con el respeto adecuado en el set. El caso de Judy Garland no era único, sino parte de un sistema hollywoodense que explotaba a los jóvenes talentos bajo contratos estrictos. En ese entonces, los estudios ejercían un control casi absoluto sobre sus actores, quienes tenían poca o ninguna capacidad para negociar mejores condiciones.

Judy Garland en 'El Mago
Judy Garland en 'El Mago de Oz'

Disparidad salarial

A pesar de ser la protagonista y el alma de la película, Garland no solo ganó menos que sus compañeros, sino que también fue sometida a un trato severo en el set. Para mantener su delgada figura, los productores le restringieron la dieta, le administraron pastillas para adelgazar y, en ocasiones, estimulantes para que pudiera resistir las largas jornadas de rodaje. El estrés y las exigencias del papel marcaron a Garland, cuya vida estuvo plagada de problemas de salud mental y adicciones. Aunque su interpretación como Dorothy la catapultó al estrellato, el precio personal fue devastador. Hoy en día, las disparidades salariales en Hollywood siguen siendo un tema relevante, aunque los estándares han cambiado significativamente. Actrices como Scarlett Johansson y Jennifer Lawrence han alzado la voz contra la brecha salarial de género, destacando que, incluso en una industria multimillonaria, las mujeres siguen ganando menos.

En el caso de Judy Garland, su salario en El mago de Oz es un recordatorio de las desigualdades históricas que enfrentaron las actrices en la época dorada del cine. Mientras que la película ha generado millones de dólares a lo largo de las décadas, y se considera una joya del cine clásico, la estrella que le dio su corazón y alma apenas fue recompensada en su momento. Si Garland hubiera recibido un pago justo por su papel, ajustado al impacto cultural y comercial de la película, habría sido una cifra astronómica. En lugar de eso, su salario fue un reflejo de una industria que valoraba más a sus actores masculinos y relegaba a las mujeres, incluso a las más talentosas, a un segundo plano.

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