La mayor retrospectiva de Óscar Domínguez en 30 años propicia su reencuentro con Picasso

Más de cien obras de Óscar Domínguez se exhiben en el Museo Picasso de Málaga, mostrando su legado en el surrealismo internacional y su estrecha relación con Pablo Picasso

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Málaga, 19 jun (EFE).- La mayor exposición retrospectiva dedicada en los últimos treinta años al pintor tinerfeño Óscar Domínguez propicia desde este jueves su reencuentro en el Museo Picasso de Málaga con el artista malagueño tras la etapa en la que coincidieron en el París de las vanguardias.

Más de un centenar de obras componen este recorrido por la trayectoria de Domínguez (1906-1957) que toma el testigo de la muestra antológica que instaló en 1996 el Centro de Arte Reina Sofía.

Como ha resaltado en la presentación Isidro Hernández, comisario de la exposición, a Óscar Domínguez se le sitúa "como una de las tres grandes voces que España aportó al surrealismo internacional, junto a Dalí y Miró".

A ellos se podrían sumar otros nombres como los de Esteban Francés o Remedios Varo, pero el artista canario está en una lista "absolutamente de primer nivel" en la que figuran "los protagonistas indiscutibles del movimiento surrealista".

Este movimiento se podría calificar como "urbano", al estar "vinculado a grandes ciudades como París",  aunque en el caso de Domínguez "su elemento diferencial es que su orografía natural son los barrancos, acantilados y grutas guanches que veía, y la naturaleza de formas caprichosas" de su tierra natal, según el comisario.

El tema de la metamorfosis está muy presente en el surrealismo y en este artista es "diferencial", porque aporta la "condición mágica de las islas" con elementos como el "mar de nubes" que se observa al subir al Teide, que "sigue siendo desconcertante y mágico", o el drago milenario, que pinta en alguno de sus cuadros "como un tótem".

Hernández ha querido plantear la exposición "con el mismo carácter que tuvo Óscar Domínguez", quien fue calificado como "un niño grande lleno de excesos y con una gran pasión por el color".

"Hemos sido excesivos, en el buen sentido de la palabra, con un número de obras generoso gracias a los préstamos de numerosas colecciones", ha apuntado el comisario, que ha añadido que en Málaga se podrán ver hasta el 13 de octubre "muchas de las mejores obras" de Domínguez.

A través de las siete secciones en las que se ha dividido la exposición se puede ir avanzando en los distintos momentos de su trayectoria, porque el artista canario "es muchos pintores a la vez, siempre está buscando y va transformando su manera de pintar".

Por su parte, el director artístico del Tenerife Espacio de las Artes (TEA), Sergio Rubira, ha destacado cómo Domínguez "reconocía a Picasso como maestro, decía que el 80 por ciento de lo que sabía lo había aprendido de él y lo sentía como un amigo cercano".

El director artístico del Museo Picasso, Miguel López-Remiro, ha señalado que es conocido que "hubo una relación de amistad y de admiración mutua" y unos "flujos" entre ambos artistas, por lo que es "un momento mágico esta relación de vecindad" en las salas de la pinacoteca.

Entre las piezas que se pueden ver destaca un autorretrato premonitorio de 1933, en el que Domínguez se plasma cortándose las venas, como se suicidaría en 1957; varias obras en las que emplea como elemento recurrente el abrelatas; la emblemática 'Máquina de coser electrosexual' (1934-35), o su invención de la decalcomanía, en la que se unía la técnica con el azar hasta crear imágenes casi fósiles. EFE

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