Salvar media casa llevándola rápido a la de enfrente, solidaridad en tiempos de dana

Desalojo de emergencia en Coín por lluvias intensas, jóvenes resguardan sus pertenencias en casa de un vecino solidario mientras enfrentan el riesgo de perder su hogar y recuerdos importantes

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Salvador Ruiz

Coín (Málaga), 13 nov (EFE).- Un desalojo inesperado de tu casa por la amenaza de las fuertes lluvias registradas este miércoles en Coín (Málaga) te plantea qué llevarte, y no puede ser mucho si no hay dónde ponerlo. La joven Lourdes Belén ha encontrado la solidaridad del vecino de enfrente para dejar allí todo lo que ha podido.

Su vecino no es Jose, sino Manuel, que ha abierto las puertas de su vivienda para acoger a las dos chicas que viven al otro lado de la calle y que han tenido que abandonar su inmueble al ser abrazado por el agua, que ha convertido en río la vía que la bordea y que planteaba el riesgo de que los muros cedieran.

Las jóvenes se han trasladado junto a su mascota, el gatito Botas, a casa de Manuel, al que ha pedido ayuda la madre de las chicas, que se encuentra fuera de la provincia.

Entre las cosas que ha salvado, Lourdes se aferraba a sus trabajos de arte, láminas de cuando estudió Ilustración en Madrid, y sus pinceles. "Los más caros me los llevo", afirmaba.

"Los libros van conmigo", ha añadido mientras llenaba una caja con volúmenes como 'Orgullo y prejuicio', novela de Jane Austen, una de las obras más conocidas de la literatura inglesa que gira en torno a conseguir la felicidad general en la vida y habla de pequeñas cosas que alegran el día a día. Lourdes buscaba también eso en mitad de todo.

Pero además ha acarreado con dos pequeños coches de bomberos, "los juguetes preferidos de su hermana", y una pequeña hada, que ha encontrado su hueco en esta mudanza apresurada en la zona de la carretera de Coín a Mijas, además del arenero y el transportín para su Botas, que luce manchas en sus patas que simulan ese calzado.

Mientras, en la casa de Manuel, donde son tres en la familia, este miércoles se han sentado cinco a la mesa. Emblanco y champiñones con ajito y más verduras de un menú que barajaban completar con pasta ante el aumento de comensales.

Lourdes ha explicado a EFE que el recinto de su casa se ha llenado de barro procedente de un río que pasa más arriba y le han advertido de que "si vuelve a llover más, lo más probable es que las paredes de la casa cedan", por lo que pueden perder sus cosas.

Se afana en recoger lo más importante, pero también recuerdos, para ponerlos a salvo y esperar que no pase nada. Documentos como actas de nacimiento o fotografías de cuando eran pequeñas figuran entre sus prioridades en ese momento.

Manuel cuenta que la cantidad de lluvia caída "ha sido increíble" y que cuando hay tormentas fuertes, baja por la calle "lo más grande", por lo que dadas las previsiones ha sido mejor dejar la casa.

En la entrada de ese hogar ya cerrado, quedaba colgando un cuadrito con la imagen de un pingüino y la leyenda 'Baby it's cold outside', en español 'hace frío afuera'. Más que frío lo que hacía era no parar de llover, pero podían comer caliente y a resguardo en casa del vecino, Manolo. EFE

(foto) (vídeo)

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