Madrid, 7 nov (EFE).- El riesgo de proliferación de mosquitos, flebótomos y garrapatas en las aguas estancadas de la dana subirá a entre moderado y alto a partir de la próxima semana y durante las tres siguientes, aunque la probabilidad de enfermedades asociadas es baja; eso sí, sus picaduras van a ser muy molestas.
Así lo establece el Ministerio de Sanidad y la Conselleria valenciana en el documento 'Evaluación de riesgos relacionados con los efectos de las inundaciones producidas por la dana en la Comunitat Valenciana en la transmisión de enfermedades por artrópodos vectores' aprobado esta tarde y al que ha tenido acceso EFE.
En él, el Grupo de Coordinación de la Respuesta de Salud Pública ante las inundaciones causadas por la dana en la Comunitat Valenciana ha evaluado los riesgos de cinco vectores, estableciendo una suerte de semáforo en función de su intensidad: el alto es rojo; el medio, amarillo, y el bajo o muy bajo, verde.
Para calcularlo, han tenido en cuenta la probabilidad de que se produzca un incremento de la densidad del artrópodo en cuestión y los riesgos de salud asociados, valorando tanto la probabilidad de exposición de la población a picaduras y/o enfermedades infecciosas como su impacto.
Son cinco los vectores analizados: el mosquito común o 'culex', que transmite entre otras la fiebre del Nilo occidental; tres del género Aedes - 'albopictus' o tigre, 'caspius' y 'vexans'-, vector de otras como el dengue; garrapatas y flebótomos.
Y tres las fases temporales esperadas; la primera semana tras la catástrofe; entre las dos y las cinco posteriores; y a partir de la quinta. En ninguna de las tres se llega al nivel rojo de riesgo.
Así, durante la primera semana, el riesgo de aumento de estos vectores ha sido baja y, por tanto, sus riesgos para la salud, también.
El que más preocupa a las autoridades es el 'culex', más aún cuando la temporada ha sido especialmente intensa, sobre todo en Andalucía. A partir de la segunda y hasta la quinta semana, el riesgo de que aumente va a ser entre moderado y alto, aunque va a depender de si descienden las temperaturas.
Las picaduras de este insecto van a ser "molestas con probabilidad alta pero impacto muy bajo", y la probabilidad de que aparezcan casos de fiebre del Nilo, baja aunque, de aparecer, su impacto va a ser "moderado".
A partir de la quinta semana, la posibilidad de que siga aumentando es moderada si aún quedan zonas inundadas y las temperaturas son templadas o en áreas inundadas en subsuelo y sótanos independientemente de los grados que haya en el exterior.
El mismo escenario se plantea para el mosquito tigre, aunque en este caso precisa que la probabilidad de enfermedades como dengue, zika y chikungunya va a ser "baja" porque baja es también la temporada de viajes a zonas endémicas. Sin embargo, podría ser moderada a la quinta semana si coincide con la temporada alta de desplazamientos, pero su impacto será bajo.
De los otros aedes, cuyas picaduras serán "muy molestas", no hay riesgo de transmisión de enfermedades en ninguna fase.
Garrapatas y flebótomos no intensificarán sus riesgos hasta la quinta semana, cuando el riesgo será moderado; en el primer caso, la probabilidad de rickettsiosis o borreliosis es baja y su impacto bajo.
Los flebótomos solo crecerán si continúa la presencia de residuos orgánicos en descomposición, y aquí se mencionan dos riesgos para la salud: una probabilidad moderada de Leishmaniasis con impacto bajo y de meningoencefalitis por virus Toscana con impacto moderado.
Ante esta situación, los técnicos plantean una serie de actuaciones preferentes desde las zonas más afectadas hacia territorios más externos, teniendo en cuenta sobre todo las masas de agua nuevas y las afectadas preexistentes.
Para prevenir la proliferación de todos los vectores, aconseja limpieza y evacuación de todas las aguas estancadas y la acumulación de lodos, fangos y materia orgánica lejos de núcleos urbanos. En el caso concreto de los mosquitos, hacer de manera preventiva tratamientos, preferentemente larvicidas, en las zonas más afectadas o trampas.
El grupo también ha hecho una serie de recomendaciones a la población para evitar la propagación de vectores y ha incluido a los roedores.
Usar mosquiteras y repelente en las zonas de piel expuesta, evitar que los utensilios recuperados acumulen agua; guardar alimentos en lugares limpios y protegidos del acceso de roedores o depositar la basura en los lugares habilitados o, en su ausencia, lo más alejada posible de las viviendas, son algunas de ellas. EFE