El gran ‘fiestón’ que prepara Juan Carlos I en Galicia: marisco fresco, vino albariño y sus amigos más cercanos

El padre de Felipe VI prepara una última gran reunión antes de su viaje internacional, según ha informado ‘Vanitatis’

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El Rey Juan Carlos regresa
El Rey Juan Carlos regresa al puerto deportivo, a 27 de abril de 2025, en Sanxenxo (España). (José Ramón Hernando - Europa Press).

Juan Carlos I ultima los detalles de una cita muy significativa en Sanxenxo, donde el próximo sábado 13 de septiembre planea compartir con sus amigos y parte de su familia una de sus tradiciones gallegas favoritas: una comida en una batea de mejillones. Un plan que une dos de sus pasiones —la navegación y la buena mesa— y que, al mismo tiempo, sirve como excusa para conmemorar un momento clave de su vida pública: los cincuenta años desde la instauración de la monarquía tras la muerte de Francisco Franco.

La elección del escenario no es casual. Fue en los años ochenta, poco después de ganar la Copa del Rey de Vela, cuando el entonces monarca conoció a Pedro Campos, empresario y regatista que se convirtió en uno de sus amigos más fieles. De su mano descubrió las bateas, plataformas flotantes donde se cultivan mejillones, y desde entonces esa tradición forma parte de sus escapadas a Galicia.

Según ha informado Vanitatis, la reunión que prepara el padre de Felipe VI no será multitudinaria ni protocolaria. La idea es sencilla: una mesa improvisada en plena ría, mejillones recién recogidos, vino albariño y la complicidad de los de siempre. En el barco principal estará el emérito, acompañado de allegados y familiares, mientras que otras embarcaciones más pequeñas trasladarán al resto de invitados. Todo en un ambiente relajado, muy distinto al de las recepciones oficiales, pero con el valor simbólico que para él tiene esta celebración.

La cita llega en un momento de especial relevancia personal. No solo porque se cumplen cinco décadas de la monarquía que encabezó, sino también porque está prevista la publicación de sus memorias para finales de 2025, un proyecto editorial que genera expectación y que promete ofrecer su visión sobre los años más decisivos de su reinado. Además, días después pondrá rumbo a Nueva York para participar en la final de la Copa del Mundo de 6m, acompañado por la infanta Elena.

Espectáculo de drones en Abu Dabi con motivo del 87º cumpleaños del rey Juan Carlos. (EFE/RRSS)

Sanxenxo, su asilo en España

En los últimos años, Sanxenxo se ha consolidado como el refugio gallego del rey emérito. Allí no solo ha mantenido viva su relación con el mar y la vela, sino que también ha encontrado la tranquilidad y el afecto que, en ocasiones, le resulta más difícil hallar en otros lugares. El Real Club Náutico, presidido por Pedro Campos, se ha convertido en un punto de encuentro habitual y en una prolongación de su vida social.

La cena en la batea será, según han asegurado quienes lo rodean al citado medio, la última gran reunión antes de su viaje internacional. Una despedida distinta, que mezcla amistad y marisco, y que servirá para reforzar los lazos con su círculo de confianza en Galicia. Porque, más allá de títulos y polémicas, don Juan Carlos mantiene allí una imagen cercana y distendida que contrasta con la rigidez de los escenarios oficiales.

Y es que, desde que en 2014 trasladó su residencia a Abu Dabi, el día a día del emérito transcurre en la discreción. Allí lleva una vida privada de la que apenas trascienden detalles. Por eso sorprendió la reciente fotografía difundida en redes sociales por el cirujano ortopédico Ali Albelooshi, en la que se veía al antiguo monarca durante una revisión médica. El especialista, con más de 700.000 seguidores en Instagram, describió el encuentro como un “honor” y destacó la buena forma física de Juan Carlos a sus 87 años.

No es un secreto que arrastra problemas de movilidad desde hace más de una década, tras la caída sufrida en Botsuana en 2012. Desde entonces ha pasado por varias operaciones de cadera, y esa fragilidad le obliga a seguir revisiones periódicas. La visita al doctor Albelooshi formaría parte de esos controles médicos rutinarios antes de embarcar dirección a Estados Unidos.