La herencia empresarial y personal de los hermanos Borbón Escasany: el patrimonio cambia de manos

Los hermanos fundaron en los años setenta Keka SA, una sociedad inmobiliaria que se convirtió en el pilar de su patrimonio común

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Francisco y Alfonso de Borbón
Francisco y Alfonso de Borbón Escasany (INFOBAE ESPAÑA).

Aunque el tiempo suaviza las ausencias, en las familias se crea un vacío que difícilmente se vuelve a llenar. No obstante, la realidad es que la vida pública y profesional sigue su curso con una inercia implacable. Ese es el caso de los descendientes de Alfonso y Francisco de Borbón Escasany, primos lejanos del rey emérito Juan Carlos I, fallecidos con apenas diez días de diferencia el pasado mes de mayo. La doble pérdida ha dejado un enorme vacío personal, pero también una serie de responsabilidades en el terreno empresarial que sus hijos han debido asumir de inmediato.

Ambos pertenecieron a una generación en la que la nobleza española comenzaba a compaginar los títulos con trayectorias profesionales relevantes. Alfonso y Francisco, cada uno a su manera, lograron construir sólidas carreras en el mundo de las finanzas y del ladrillo, aunque sin renunciar por completo a su lugar en la crónica social. Más dado a los focos fue Alfonso, marido de Marisa Yordi, con quien acudió a enlaces y actos de la familia real; Francisco, en cambio, prefería una vida más reservada.

Juntos fundaron en los años setenta Keka SA, una sociedad inmobiliaria que se convirtió en el pilar de su patrimonio común. Con un capital escriturado de cinco millones de euros y activos valorados en once, la empresa ha mantenido durante décadas una cartera diversificada de locales, viviendas y oficinas en ciudades estratégicas como Madrid, Barcelona y Sevilla.

Francisco de Paula de Borbón
Francisco de Paula de Borbón y Escasany junto a sus hijos y su yerno en el último adiós a su hermano, Alfonso de Borbón y Escasany, a 10 de mayo de 2025. (Antonio Gutiérrez / Europa Press)

El relevo generacional

Tras el fallecimiento de los dos fundadores, la compañía ha pasado a manos de sus hijos. Desde finales de julio, Alfonso de Borbón Yordi, primogénito de Alfonso, ejerce como presidente, mientras que Olivia de Borbón, hija mayor del duque de Sevilla, ocupa el cargo de secretaria. Ambos rubricaron en junio las últimas cuentas de la sociedad, que reflejaron beneficios cercanos a los 350.000 euros en 2024, en línea con ejercicios anteriores.

La especialidad de Keka sigue siendo la gestión de locales comerciales bien ubicados. Entre sus activos figuran propiedades en enclaves tan emblemáticos como Las Ramblas de Barcelona, la calle Almirante de Madrid, la Plaza Nueva de Sevilla, la Ronda de Atocha o las madrileñas Conde de Aranda y Núñez de Balboa. Uno de sus proyectos más recientes es la demolición de un edificio en el distrito de Tetuán, con la previsión de levantar allí nuevas viviendas.

Además, el duque de Sevilla compaginó esta aventura con otros proyectos. Durante años presidió Neftan, una gestora de fondos de inversión, y antes había ocupado puestos destacados en entidades como el Banco de Vizcaya o el Miami National Bank. También dirigió la filial iberoamericana del Cannon Group y fundó IECSA, centrada en infraestructuras hospitalarias y educativas.

Su hermano Alfonso, por su parte, dedicó tres décadas a AXA Real Estate Investment Managers Ibérica, donde alcanzó la vicepresidencia. Junto a su mujer, con quien se casó en 1971, mantuvo una vida familiar sólida, con dos hijos —Alfonso y Alejandro— y un círculo social en el que no faltaban las relaciones con los reyes y las infantas.

Marisa de Borbón y Alfonso
Marisa de Borbón y Alfonso de Borbón Escasany en la boda de Felipe Cortina y Amelia Millán a 10 de Julio de 2021 en Ciudad Real (España). (Javier Ramírez / Europa Press)

Patrimonio y polémicas

La sociedad Keka también protagonizó titulares cuando, en 2016, se planteó cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) como socimi. El intento se frustró un año después, cuando la familia optó por recuperar el modelo de sociedad anónima. Durante aquellos meses se habló de supuestas ventajas fiscales, aunque finalmente la empresa cumplió con sus obligaciones tributarias, según confirmaron los registros oficiales.

Según informa Vanitatis, el patrimonio familiar incluye además Ildefonso SL, otra inmobiliaria en la que poseían un 66% y que cerró 2023 en pérdidas, así como un fondo de inversión con Bankinter valorado en 1,4 millones de euros. A nivel residencial, uno de los bienes más significativos es la vivienda de la familia en el barrio de El Viso, en Madrid: 460 metros cuadrados en una de las zonas más exclusivas de la capital, tasada en unos cuatro millones de euros.

En el plano personal, la muerte casi simultánea de los dos hermanos ha supuesto un golpe difícil de asimilar. Alfonso falleció el 10 de mayo a los 80 años; Francisco, apenas unos días después, el 20 de mayo, con 82. La coincidencia ha generado una doble sensación de pérdida en su entorno más cercano.

Pero junto al luto ha surgido también la controversia por la sucesión nobiliaria. Olivia de Borbón, primogénita del duque de Sevilla, inició casi de inmediato los trámites para heredar el título, lo que generó sorpresa en parte de la familia. Su hermano Francisco expresó su malestar, aunque posteriormente un comunicado publicado en la revista ¡Hola! desmintió la autoría de los mensajes críticos que circulaban en redes.