El ADN consigue que una mujer de 56 años pueda acceder a una herencia de 500.000 euros tras demostrar a sus hermanos que es hija del mismo padre

La madre de la mujer tuvo una relación extramatrimonial con el padre, un reputado médico granadino

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El ADN permite a una mujer de 56 años acceder a una herencia de medio millón de euros. (Juan González/Reuters)

Tras más de medio siglo de secretos familiares y desencuentros, una mujer de 56 años de edad, proveniente de Almería, ha conseguido que la justicia reconozca que es hija de un reputado médico granadino, abriéndole el derecho a una herencia de aproximadamente 500.000 euros.

El supuesto padre falleció en los años 80, y desde entonces, la mujer lleva peleando con la familia el poder tener acceso a dicho patrimonio. La confirmación llegó gracias a una prueba de ADN que determinó un 99,999% de coincidencia con los hijos reconocidos del fallecido médico.

Un amor prohibido en tiempos de dictadura

La historia comienza en la España de 1968, cuando el adulterio era considerado delito penado con cárcel y el divorcio aún no estaba legalizado. La madre de la mujer, casada con otro hombre, mantuvo una relación extramatrimonial con un vecino, un médico de Granada, que también estaba a punto de casarse.

“El adulterio fue delito hasta 1978, el médico podría haber ido a la cárcel si esa relación salía a la luz y ella no se podía divorciar porque estaba prohibido”, explica el abogado Fernando Osuna, que representa a la beneficiaria.

La relación se prolongó en varias provincias, entre Granada, Almería y Murcia, y dio lugar al nacimiento de una niña, inscrita como hija del marido de la madre, aunque la protagonista creció con la convicción de que su verdadero progenitor era otro.

Una búsqueda de identidad que tardó décadas

La mujer conoció la verdad sobre su padre biológico a los 15 años, poco antes de que este falleciera. “Mi madre me contó quién era mi verdadero progenitor, y decidí que hablaría con él cuando cumpliera 18 años, pero murió antes de que pudiera hacerlo”, relata la mujer.

Intentó durante años acercarse a sus tres hermanos biológicos, que residen en Murcia, pero no obtuvo respuesta. Fue entonces cuando decidió analizar un proceso judicial de filiación en 2023, presentando pruebas de ADN y documentación que acreditaban la relación entre su madre y el médico.

ADN que no deja lugar a dudas

“El ADN confirmó con un 99,999% de certeza que soy hija del médico”, detalla. El resultado fue respaldado por fotografías, testigos y documentos presentados durante el juicio, según señaló el abogado Osuna.

La justicia murciana falló a su favor, reconociendo su derecho a la herencia que su padre biológico dejó a sus tres hijos reconocidos. Actualmente, ella y sus hermanos están negociando cómo se realizará el reparto del patrimonio.

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El caso recuerda a los idilios prohibidos que inspiraron a escritores como Benito Pérez Galdós, aunque con un final más feliz.

“Fue alumbrada cuanto todavía estaba vigente el matrimonio de su madre y ella la registró como si fuera hija de su marido, a pesar de que el padre biológico era el médico. Fingió que era una hija matrimonial”, explica Osuna, recordando los riesgos que implicaba revelar la verdad en aquella época.

Afortunadamente, más de 50 años después, la mujer puede cerrar un capítulo familiar complicado y recuperar tanto su identidad como parte de su patrimonio que le corresponde por derecho.