Cómo evitar que las sábanas se arruguen en la secadora, según expertos

La higiene personal es uno de los puntos que más se deben cuidar. Entre todos los aspectos a tener en cuenta, uno de ellos son las sábanas, pues es donde duermes y descansas todos los días.

La mayoría de los expertos recomiendan limpiarlas, al menos, una vez a la semana. El método más rápido y efectivo es usar la lavadora. Sin embargo, muchas veces salen arrugadas, lo que puede dar una peor impresión para los invitados de la casa.

Si eres una de estas personas que suele tener las sábanas arrugadas por su lavadora, existe un método para evitar que ocurra esto. Según la especialista en limpieza Elizabeth Shields, de la empresa Super Cleaning Service Louisville, estos son los pasos que debes seguir.

El primer paso consiste en agitar y extender las sábanas antes de introducirlas en la secadora. Separar la tela permite liberar arrugas invisibles y facilita el flujo de aire caliente, lo que reduce el riesgo de que la ropa se enrede. Shields advierte que cargar el tambor con demasiada ropa, especialmente junto con toallas o mantas, conduce a un secado desigual y propicia la aparición de arrugas profundas, por lo que recomienda limitar la carga a dos sábanas y fundas por ciclo.

También es recomendable usar bolas de secadora, que tienen como propósito separar las capas de tela y favorecer a un secado más rápido. Otro de los puntos claves es la importancia de controlar el calor y la duración del ciclo. Un ajuste de temperatura baja y un ciclo prolongado aseguran que la humedad se disipe gradualmente, evitando que los bordes se resequen mientras el centro permanece húmedo.

Para los sectores propensos a las arrugas, se aconseja el uso de un spray antiarrugas antes de proceder al secado. Esto puede ser especialmente útil para las sábanas de gran tamaño, que representan un reto adicional para la mayoría de las secadoras convencionales. En el caso de que tiendas las sábanas, ve controlando el proceso de secado. Si aprecias arrugas, estira las sábanas y vuelve a tenderlas.

El proceso ideal para obtener sábanas suaves y sin arrugas inicia con agitar cada una antes del secado, limitar la cantidad de piezas en la carga, incorporar una bola de secado o una toalla, seleccionar una temperatura baja, pulverizar las zonas críticas con un producto antiarrugas, atender la capacidad de la secadora según el volumen de ropa y elegir telas que resistan los pliegues.

“La clave está en permitir que el aire caliente fluya libremente y contar con espacio suficiente dentro del tambor”, puntualiza Elizabeth Shields a la web istudentpro.com. Con estos cuidados, las sábanas conservan su suavidad y frescura, lo que se traduce en una experiencia más agradable y eficiente.

Mantener las sábanas sin arrugas no solo mejora la estética del dormitorio, sino que contribuye a un entorno más higiénico y confortable. Esto impacta directamente en la calidad del descanso y en la salud general de quienes las utilizan cada día.