Denuncian el robo de tres máquinas recreativas en un mismo bar de Sevilla y la Guardia Civil descubre que era el propio dueño el que simulaba los delitos

El hombre ha sido detenido como presunto autor de tres delitos de simulación de delitos, tras la presentación de denuncias de falsos robos

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El dueño del bar detenido
El dueño del bar detenido (Guardia Civil de Sevilla)

La Guardia Civil ha detenido a una persona como presunto autor de tres delitos de simulación de delitos, tras la presentación de denuncias de falsos robos en el interior de un establecimiento hostelero en la localidad de Mairena del Alcor, Sevilla, del que era el propietario.

La investigación comenzó tras la denuncia presentada por el administrador de una empresa de máquinas recreativas, quien en dependencias oficiales manifestó la sustracción de tres máquinas pertenecientes a su empresa, ubicadas en un mismo establecimiento para su explotación, y que eran repuestas después de cada sustracción. El valor de las máquinas sustraídas superaba los 27.000 euros.

El dueño del bar, el principal sospechoso

De esta manera, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia sobre el establecimiento, averiguando que el sistema de alarma presentaba conexiones y desconexiones sistemáticas en los horarios que presuntamente se habían cometidos los robos. Dichos robos eran cometidos siempre durante las noches de los domingos, coincidiendo con el hecho que los lunes era el día destinado por la empresa propietaria de las máquinas para la recogida de la recaudación de las mismas.

Los agentes centraron su línea de investigación sobre el propietario del establecimiento como principal sospechoso. Fruto de dicho dispositivo de vigilancia, observaron como el sospechoso en colaboración con otra persona cargaban presuntamente una máquina recreativa en el interior de una furgoneta. Durante el seguimiento realizado por los agentes a la furgoneta llegaron hasta una vivienda, propiedad del sospechoso, procediendo a descargar la citada máquina.

Tras tomarle manifestación al conductor de la furgoneta, este manifestó que había sido contratado por el propietario de un establecimiento para transportar un objeto de grandes dimensiones hasta una vivienda de la misma localidad.

Como consecuencia de estas informaciones, la operación llevada a cabo por el Área de Investigación del Puesto Principal de Los Alcores, ha finalizado con la detención de una persona imputándole la simulación de tres delitos de robos, así como la comisión de tres delitos de robo, siendo puesto a disposición de la Autoridad Judicial competente.

El delito de simulación de delitos

El delito de simulación de delitos está regulado en el artículo 457 del Código Penal español. Se configura cuando alguien finge ser autor o víctima de una infracción penal inexistente, o presenta una denuncia falsa ante un funcionario judicial o policial con capacidad para iniciar la investigación, provocando con ello actuaciones procesales.

Los elementos esenciales para que exista este delito son:

  • Simulación o denuncia falsa: fingir un delito inexistente o atribuirse la condición de víctima o autor sin serlo.
  • Ante funcionario competente: la simulación debe presentarse ante autoridades como Policía, Guardia Civil, Fiscalía o juzgados, que tienen deber de investigación.
  • Provocar actuaciones procesales: debe iniciarse una actuación judicial o procesal (como un atestado enviado al juzgado) para que se cumpla el tipo penal.

Es un delito de tipo doloso, ya que requiere intención consciente de engañar, y se considera delito de resultado: si no se inicia la actuación procesal, no se consuma, aunque cabría tentativa. La pena prevista es multa de seis a doce meses, sin imponer prisión salvo circunstancias agravantes o concurrentes.

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Este delito protege el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia, ya que las denuncias falsas desvían recursos policiales y judiciales de casos reales. Se diferencia del delito de denuncia falsa en que, en éste último, se imputa falsamente a una persona concreta la comisión de un delito, causando un perjuicio directo a su honor, mientras que en la simulación el sujeto activo puede presentarse él mismo como víctima o autor, o no señalar a nadie específico.