Santiago Abascal carga contra los obispos por defender a la comunidad musulmana de Jumilla: “No sé si su posición es por los ingresos públicos que reciben o por los casos de pederastia”

El líder de Vox acusa a la jerarquía eclesiástica de estar “amordazada” por subvenciones y casos de pederastia, tras las críticas a la moción que limita celebraciones islámicas en un polideportivo municipal de Murcia

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El presidente de VOX, Santiago
El presidente de VOX, Santiago Abascal (Alejandro Martínez Vélez - Europa Press)

Santiago Abascal ha respondido con dureza a la postura de la Conferencia Episcopal, que salió públicamente en defensa de la comunidad musulmana de Jumilla (Murcia) y advirtió de que la moción promovida por Vox y aprobada por el PP —que impide el uso del polideportivo municipal para festividades religiosas islámicas— vulnera la libertad de culto y los derechos humanos.

El dirigente de Vox arremetió contra “una parte” de la jerarquía católica, insinuando que su postura está influida por subvenciones públicas directas o canalizadas a través de organizaciones caritativas que ayudan a inmigrantes. También sugirió que los casos de abusos sexuales denunciados en la Iglesia la mantienen “amordazada” frente a determinadas políticas, como recoge El País.

Un distanciamiento previo con el Vaticano

Las discrepancias de Abascal con la Iglesia en materia migratoria no son nuevas. Nunca ocultó su rechazo al enfoque del papa Francisco, al que se refería como el “ciudadano Bergoglio”, mientras estrechaba lazos con sectores ultraconservadores de la curia, según El País. Hasta ahora, había evitado un choque abierto con el episcopado, consciente de que buena parte de su base electoral es católica.

Las críticas episcopales a lo que El País define como “escalada islamófoba” del partido —con los disturbios de Torre Pacheco y la moción jumillana como telón de fondo— han provocado una respuesta más virulenta que en anteriores ocasiones.

“La verdad es que estoy perplejo y entristecido ante una parte de la jerarquía eclesiástica”, afirmó en el canal de YouTube 'Bipartidismo Stream’. “No es solo su posición en materia de inmigración o frente al islamismo extremista que avanza, sino su silencio ante muchas políticas de este Gobierno. Ante las políticas de género se habla poquito, del derecho a la vida de los no nacidos, de los ancianos al final de su vida”, añadió.

El líder de Vox, Santiago
El líder de Vox, Santiago Abascal (Gabriel Luengas - Europa Press)

Recordó que “cuando Vox propuso que se escuchara el latido fetal”, iniciativa del entonces vicepresidente castellano-leonés Juan García Gallardo, “recibimos el reproche del secretario general de la Conferencia Episcopal”. Según Abascal, esa “persona” mantiene posiciones con las que discrepa “ante el Valle de los Caídos” y otros asuntos.

El obispo señalado

El dirigente se refería a Francisco César García Magán, obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la CEE, quien defendió el acuerdo con el Gobierno para conservar el culto católico en la basílica de Cuelgamuros, eliminando su simbología franquista, según El País.

Abascal continuó: “No sé si se debe a los ingresos públicos que obtiene la Iglesia y que le dificultan combatir determinadas políticas de los gobiernos. No sé si se refiere esta debilidad o este silencio a los ingresos percibidos como consecuencia del sistema de ayuda a la inmigración ilegal, donde probablemente no todo el dinero va a esas personas supuestamente necesitadas [los inmigrantes] sino también al sostenimiento de estructuras” como Cáritas.

En un tono más incisivo, agregó: “No sé si tiene que ver con los casos de pederastia dentro de la Iglesia que la tienen absolutamente amordazada ante las acciones de determinados gobiernos liberticidas que van contra nuestra identidad, incluso contra la libertad religiosa y contra la fe en muchos casos. No sé por qué es, pero asisto perplejo a estas posiciones”.

Las palabras de Abascal contrastan con el enfrentamiento que la Iglesia mantiene con el Ejecutivo sobre cómo reparar a las víctimas de abusos sexuales. El Gobierno propone un fondo de indemnización supervisado por un organismo público, iniciativa rechazada por la Conferencia Episcopal, que la considera un ataque directo.

El líder de Vox dejó claro que no variará su postura hacia los musulmanes en España. Tras declararse “católico”, aseguró que tiene “una responsabilidad política y la va a ejercer”. Concluyó con un mensaje a los obispos: “Cada palo que aguante su vela. Si otros no ejercen su responsabilidad, tendrán que dar cuentas ante otras personas o en otras instancias”.

Respuesta de la comunidad musulmana

Paralelamente, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) anunció que presentará una demanda para “restablecer el derecho de la comunidad musulmana a utilizar los espacios públicos en igualdad de condiciones con el resto de confesiones religiosas” en Jumilla. La moción municipal, aprobada por el PP con abstención de Vox, prohíbe celebraciones islámicas en instalaciones deportivas, con el argumento de proteger “las costumbres del pueblo español frente a las prácticas culturales foráneas, como ‘la Fiesta del Cordero’”.

El comunicado, firmado por el presidente Mounir Benjelloun, expresa “su profunda preocupación y rechazo” a la medida, que califica de “acto de discriminación institucional” contrario a los artículos 14 y 16 de la Constitución y a la Ley Orgánica 7/1980 de Libertad Religiosa, así como al Acuerdo de Cooperación con la confesión musulmana (Ley 26/1992).

Una postura en contra a la que se ha unido la Conferencia Episcopal Española, que ha recordado que las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, están amparadas por el derecho a la libertad religiosa, protegido por la Constitución. (Fuente: Europa Press, PSOE, PP, Ayuntamiento de Jumilla)

La FEERI solicita “la adopción de medidas activas contra el discurso de odio y la islamofobia”. En declaraciones previas a El País, Benjelloun advirtió que el caso de Jumilla no es aislado y se enmarca “en un clima de discurso de odio promovido por sectores de la ultraderecha, en especial Vox, y respaldado de forma muy preocupante por el Partido Popular en determinadas localidades”.

Para el dirigente islámico, esta narrativa “busca enfrentar a los ciudadanos y estigmatizar a comunidades religiosas enteras, vulnerando los valores democráticos y la convivencia pacífica que defiende nuestra Constitución”. Como gesto de apertura, ofreció a Vox entablar “un diálogo constructivo” para avanzar hacia “una España plural, respetuosa con todas las creencias”.