Dos chicas se proponen comprobar si pueden pasar todo el día en Barcelona siendo atendidas en catalán: “La situación es desoladora”

Un vídeo del perfil SOS Català muestra que en numerosos bares y restaurantes de la capital catalana la interacción íntegra en esta lengua no siempre es posible

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Mireia y Blanca, las chicas
Mireia y Blanca, las chicas que han hecho un vídeo para comprobar si les hablan en catalán en los bares y restaurantes de Barcelona (@sos.catala)

En Barcelona, utilizar el catalán en interacciones cotidianas no siempre resulta sencillo. Aunque se trata de la lengua oficial y propia de Cataluña, reconocida como tal por el Estatut d’Autonomia y protegida por la legislación autonómica, su presencia en algunos espacios de la capital es reducida. Según detalla RAC1, influyen múltiples factores: la implantación histórica del castellano, el impacto del turismo masivo, la diversidad demográfica y la menor presencia del catalán en determinados entornos digitales y comerciales.

La Ley de Política Lingüística reconoce el derecho de cualquier persona a ser atendida en catalán en comercios y servicios dentro de Cataluña. No obstante, la ausencia de mecanismos eficaces para supervisar, formar y, en su caso, sancionar el incumplimiento hace que este derecho no siempre se materialice. En la práctica, el uso del catalán en la restauración y el comercio queda condicionado, en gran medida, a la voluntad de cada negocio o a las competencias lingüísticas de su personal.

Un recorrido por bares y restaurantes

Para poner a prueba esta situación, el perfil de Instagram SOS Català, que promueve el uso cotidiano de la lengua, grabó un vídeo en el que dos jóvenes visitan diferentes bares y restaurantes de Barcelona. El objetivo era comprobar si podían mantener toda la atención en catalán durante interacciones sencillas.

El planteamiento de la grabación es simple: entrar en varios establecimientos, hacer preguntas o pedidos básicos —como si disponen de zumos, batidos o bocadillos, o si es posible comer en la terraza— y observar la lengua en que se desarrolla la conversación.

Mireia y Blanca, las chicas
Mireia y Blanca, las chicas que han hecho un vídeo para comprobar si les hablan en catalán en los bares y restaurantes de Barcelona (@sos.catala)

En la mayoría de casos, las interlocutoras se encuentran con barreras lingüísticas. Palabras habituales en catalán, como “batut” (batido) o “entrepà” (bocadillo), no son reconocidas por parte del personal. Al solicitar un “batut de maduixa” (batido de fresa), las respuestas incluyen dudas (“¿Qué es batut?”) o cambios automáticos al castellano (“¿Batidos no, no?”). Algo similar ocurre cuando piden un “entrepà de pernil” (bocadillo de jamón): reciben expresiones de desconcierto (“¿Eh?”) o respuestas en castellano ofreciendo otras opciones, como “Tengo este de pavo…”.

En otra de las paradas, las participantes solicitan una mesa para comer en el exterior. La respuesta llega en castellano: “Poneros una mesita pequeña. ¿Qué quieren comer?”. Según el vídeo, solo en un establecimiento reciben una atención completamente en catalán: “Tinc llonganissa, però entrepà com a tal no tinc” (“Tengo longaniza, pero bocadillo como tal no tengo”).

Debate en redes sociales

La publicación del vídeo ha generado un notable volumen de reacciones. En los comentarios, algunas personas relatan experiencias similares en comercios y restaurantes de la capital catalana. Otras plantean la necesidad de que los trabajadores del sector dispongan de un conocimiento básico de catalán para poder atender al público en esta lengua. También se registran opiniones en sentido contrario, que consideran que el uso de una lengua en la atención al cliente debería depender de la elección personal o empresarial.

Desde SOS Català explican que la intención de la prueba no era elaborar un estudio estadístico, sino mostrar, a través de ejemplos concretos, cómo se desarrollan interacciones cotidianas en la ciudad cuando se intenta mantener el catalán como lengua vehicular.

El debate abierto por este vídeo coincide con discusiones más amplias sobre la presencia del catalán en entornos urbanos, el papel de la hostelería y el comercio en la normalización lingüística y las medidas que podrían adoptarse para garantizar los derechos reconocidos por la ley.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado este jueves que se no pondrá ningún pinganillo en la Conferencia de Presidentes de este viernes y ha acusado al Gobierno de España de hacer "provincianismo con el secesionismo catalán", ya que ha asegurado que se trata de "una corruptela que no piensa pagar desde la Comunidad de Madrid". (Fuente: Comunidad de Madrid)

Con este experimento grabado, el perfil ha logrado situar de nuevo en la conversación pública la cuestión de cómo se emplea el catalán en la vida diaria de Barcelona. Aunque no ofrece conclusiones definitivas, su difusión ha contribuido a visibilizar un fenómeno que, según algunos testimonios, no es aislado, y que plantea interrogantes sobre el futuro de la lengua en determinados ámbitos de uso cotidiano.