Un arquitecto advierte de por qué no debes comprarte un piso de segunda mano con entrada en una esquina: “No te servirá de nada hacer reformas”

Este diseño conlleva varios problemas logísticos que “no se arreglarían ni con el mejor proyecto técnico”

Guardar
refacciones en la casa (Imagen
refacciones en la casa (Imagen Ilustrativa Infobae)

La vivienda de segunda mano domina el mercado inmobiliario en España. En lo que va de 2025, ocho de cada diez casas vendidas son usadas. Mientras que las nuevas, más caras y escasas, quedan relegadas para unos pocos.

Ante esta demanda masiva, las agencias inmobiliarias despliegan toda su maquinaria de marketing. Fotos inmejorables, paredes recién pintadas, uso de muebles minimalistas... Pero lo cierto es que la mayoría de los compradores solo visitan la vivienda una vez, y es ahí donde pueden pasar por alto algunos defectos difíciles de percibir.

En este contexto, el arquitecto Edu Saz ha lanzado una advertencia clara y directa sobre un tipo de piso que muchos compradores están pasando por alto. Se trata de las viviendas que tienen la entrada en una esquina. Un tipo de diseño que, a la larga, podría suponer muchos problemas.

Distribuciones mal resueltas y sin remedio

Aunque visualmente puedan parecer acogedores o fácilmente reformables, este tipo de diseño, muy habitual entre las décadas de los 60 y los 80, esconde limitaciones estructurales que ninguna reforma podría solucionar. “Acceder a una casa por una esquina siempre va a significar tener un gran pasillo para llegar a otro punto de la vivienda”, explica el experto.

Esta configuración obliga a encadenar estancias sin jerarquía, mal ventiladas y a menudo oscuras, ya que las ventanas solo están en un extremo. Esto condena a muchas habitaciones a no recibir luz natural directa, y la ventilación cruzada es prácticamente imposible.

Además, la entrada por una esquina elimina la posibilidad de crear un recibidor bien ubicado que distribuya los espacios de manera lógica. Lo mejor para Edu Saz es que la entrada esté en un punto intermedio del plano. De este modo, se podría habilitar un recibidor que permitiera distribuir con lógica el resto de habitáculos.

Mucho ojo con los muros de carga y las medianeras

Otra recomendación que ofrece es tener cuidado con los muros de carga en el centro. Esto lo que hace es que sea inviable unir habitaciones o abrir espacios. Y más cuando está prohibido derribarlos. “No solo es ilegal hacerlo sin permiso, sino que entraña riesgos y supone reformas invasivas y carísimas”, advierte.

Saz también desaconseja comprar lo que él llama “pisos tubo”. Aquellos donde al entrar te encuentras con dos medianeras (muros compartidos con otras viviendas o edificios) a cada lado. Este tipo de casas limitan la iluminación, y la ventilación aún más. Incluso suelen ser casas alargadas y estrechas.

Por todo ello, el arquitecto recomienda desconfiar de la apariencia cuidada de las viviendas que muestran las agencias. Hay que conocer el piso a fondo, su distribución, su estructura y sus límites. Sino, “terminarás invirtiendo en una reforma que solo maquillará problemas que no se pueden resolver”, concluye.