Este es el animal más cercano a la vida extraterrestre: tienen una inteligencia superior a la media y son capaces de resolver puzzles

Investigadores plantean una hipótesis sorprendente sobre el origen de esta especie marina, cuya biología sigue desconcertando a la ciencia

Guardar
(Freepik)
(Freepik)

En 2018, un grupo de 33 investigadores firmó un extenso artículo en la revista científica Progress in Biophysics and Molecular Biology, en el que exploraban la posibilidad de que algunas formas de vida compleja tengan un origen distinto al terrestre. Uno de los apartados más comentados del texto se centró en los pulpos, cuya biología ha desconcertado durante décadas a la comunidad científica.

Lejos de afirmar de forma concluyente que este animal venga del espacio, los autores plantean que ciertos elementos de su evolución podrían explicarse mediante la teoría de la panspermia, que postula que algunos componentes esenciales para la vida podrían haber llegado a la Tierra a bordo de meteoritos o cometas.

Una evolución difícil de encajar

Según los autores del estudio, los cefalópodos modernos —pulpos, calamares y sepias— presentan una serie de características que los distinguen de manera llamativa de otros invertebrados. Entre ellas se encuentran su gran cerebro, ojos altamente desarrollados, camuflaje instantáneo mediante control del color y la textura de la piel, así como un sistema nervioso complejo.

Estos rasgos surgieron de forma relativamente repentina en términos evolutivos, lo que ha generado preguntas sobre cómo pudo producirse un cambio tan radical en tan poco tiempo geológico. En el artículo se señala: “Los genes responsables de estas transformaciones parecen no tener precursores claros en la evolución de sus antecesores”.

El secretismo sobre la primera granja de pulpos del mundo, creada en España y con métodos "crueles": "es como hacer un criadero de lobos o leones".

El genoma del pulpo, una sorpresa

En 2015, un equipo internacional de científicos logró secuenciar el genoma del pulpo (Octopus bimaculoides). Los resultados fueron sorprendentes: posee alrededor de 33.000 genes codificadores de proteínas, una cantidad mayor que la del ser humano. Además, el animal tiene la capacidad de editar su propio ARN, lo que le permite modificar la expresión de ciertos genes sin cambiar su ADN.

Estas particularidades llevaron a los autores del artículo de 2018 a considerar la posibilidad de que una reorganización genética tan avanzada no se explicara solo mediante mutaciones aleatorias, y sugirieron que podría haber intervenido material genético llegado desde el espacio en algún punto de la historia evolutiva.

¿Huevos congelados en cometas?

Entre las ideas más polémicas del artículo se encuentra la posibilidad de que huevos de cefalópodo en un estado de criopreservación pudieran haber llegado a la Tierra transportados por un cometa. Aunque los autores reconocen que esta hipótesis es especulativa, la incluyen como una posibilidad dentro del marco de la panspermia.

También se menciona el papel de virus llegados del espacio como posibles agentes que habrían introducido material genético nuevo en organismos primitivos de la Tierra, provocando cambios evolutivos significativos.

Críticas, pero sin refutaciones

El artículo fue sometido a revisión por pares antes de su publicación, lo que generó un amplio debate tanto dentro como fuera de la comunidad científica. Aunque muchos expertos han calificado las ideas como altamente especulativas, no se ha producido hasta ahora una refutación formal que anule los argumentos presentados en el texto.

El caso del pulpo sigue siendo uno de los más estudiados en biología marina debido a sus capacidades cognitivas, su estructura genética y su comportamiento. Aunque la mayoría de los científicos continúa defendiendo explicaciones evolutivas convencionales, lo cierto es que algunas preguntas sobre su origen y desarrollo aún no tienen una respuesta definitiva.