Adans Peres confiesa su gran error en el matrimonio con Estefanía de Mónaco: “La amé por encima de todo, pero no entendí el mundo que le rodeaba”

El exacróbata ha traído al presente su historia de amor con la princesa en su paso por ‘TardeAR’

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Adans Peres en 'TardeAr' (Mediaset)
Adans Peres en 'TardeAr' (Mediaset)

Estefanía de Mónaco ha sido durante décadas uno de los miembros destacados en la familia Grimaldi. Y es que su carácter independiente y su vida alejada de las convenciones del palacio siempre la situaron en el centro de los focos. La hija menor del príncipe Rainiero III y de la actriz Grace Kelly supo forjar su propio camino tanto en el entorno aristocrático como en sus elecciones personales. Al margen de ello, la repercusión pública de su vida sentimental ha sido también objeto de interés público.

En 2003, Estefanía de Mónaco contrajo matrimonio con Adans Peres, acróbata de reconocido prestigio internacional, en una ceremonia celebrada en Suiza y rodeada de secretismo. El enlace supuso un verdadero revuelo mediático y acaparó las portadas de los medios nacionales e internacionales. Veinte años después, Peres ha compartido su visión de aquella etapa y el efecto que la notoriedad y la vida en el entorno monaguesco tuvieron sobre él. “Fue un amor pasional, de juventud, de muchísimas emociones. Ahora estoy felizmente casado y con dos hijas. Amé a Estefanía por encima de todo, lo demás era superfluo. No entendí el mundo que le rodeaba”, se ha sincerado este jueves, 31 de julio, en TardeAR.

La relación no representaba el primer matrimonio para la princesa. Estefanía había estado casada previamente con Daniel Ducruett y Jean-Raymond Gottlieb, padres de sus hijos. Además, también mantuvo una mediática relación con Franco Knie, domador de elefantes y propietario del Circo Nacional Suizo, con quien convivió en una caravana y experimentó de cerca la vida itinerante del circo.

Adans Peres en una imagen
Adans Peres en una imagen de redes sociales (Instagram / @adansperes)

“Me culpo de la ruptura”

Adans Peres, acostumbrado a escenarios y espectáculos, se encontró de pronto en el centro del foco mediático internacional y rodeado por usos y costumbres de la realeza europea. Ahora, el acróbata ha reconocido que este salto fue abrumador y que su escasa adaptación a ese entorno aceleró el desgaste de la relación. “En el mundo del espectáculo, como fueron las cosas, no fue una revolución porque no me involucré mucho en la vida de palacio”, ha detallado en el espacio presentado por Frank Blanco y Verónica Dulanto. El paso por la Casa Grimaldi no supuso para él conflictos internos ni con miembros de la familia real, pero sí una sensación constante de desarraigo. “Con las pocas veces que nos hemos encontrado en reuniones familiares me he sentido bien, nadie me ha hecho mal. Me sentía como pez fuera del agua y nunca me he involucrado”, admitió.

Peres considera que su juventud y falta de experiencia influyeron notablemente en el desenlace. “Mi error fue que en esa época no estaba preparado para entender lo que entiendo hoy, esa atención fue repentina. Esa falta de adaptación generó una serie de problemas porque le di importancia a muchas cosas que no lo tenían”, ha añadido. Además, ha explicado que la presión mediática, lejos de ser una circunstancia menor, se convirtió en un factor determinante en la ruptura. “Me culpo de la ruptura porque, cuando le das importancias a cosas que ella está acostumbrada, como la presión mediática, se puede cansar. Había muchas cosas de la gente, que se me acercaba para llegar a ella, me molestaba”, ha expresado. Esa sensación de tener que proteger la intimidad y la relación se opuso, según él mismo ha relatado, a la libertad y complicidad de los primeros momentos vividos en secreto.

La princesa Estefania de Mónaco.
La princesa Estefania de Mónaco. EFE/Archivo

En el contexto de los Grimaldi, la vida de Estefanía estuvo también marcada por el trágico accidente que acabó con la vida de su madre, Grace Kelly, en 1982. Su hija menor, que entonces tenía 17 años, viajaba en el coche y sufrió heridas. Aunque han pasado décadas desde aquel trágico episodio, aún persisten incógnitas y rumores en torno a este tema. Muchos sostuvieron la versión de que Estefanía era quien conducía, aunque numerosos testimonios rechazan esa hipótesis. “He estado en esas propiedades y la carretera que baja hasta Montecarlo tiene muchísimas curvas, ella tenía 16 años y era un coche de época. No creo que su madre la hubiera dejado conducir. Imagínate cuando te acosan de esa forma por algo que te culpan sin pruebas y me da pena que piensen que es responsable”, ha afirmado Peres, quien ha mostrado su incomprensión ante la persistencia de estos rumores.

Actualmente, Peres, casado y con dos hijas, mantiene una relación cordial con Estefanía, a quien ve esporádicamente en sus visitas a Montecarlo. El exacróbata reconoce que su matrimonio con la princesa marcó su vida de manera profunda, tanto en lo personal como en su visión sobre la exposición mediática y las exigencias del entorno real. Según sus propias palabras, el paso por aquella etapa transformó su perspectiva y la persona que es hoy, una etapa por la que dice estar agradecido.