Un niño de un año ve una cobra en su jardín, la muerde y la mata: “Si hubiera sido al revés, estaría muerto”

El menor fue llevado de urgencia al hospital con hinchazón en el rostro y especialmente en la boca, pero se recuperó en pocos días

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La cobra, una de las
La cobra, una de las serpientes más venenosas del mundo (Freepik)

Govind Kumar, un niño de un año de la aldea de Mohchi Bankatwa, en el estado indio de Bihar, que se encuentra cerca de la frontera con Nepal, estaba jugando en el jardín de su casa cuando se encontró con una serpiente venenosa, una cobra. Este reptil, que habita principalmente en los continentes asiático y africano, cuenta con un veneno neurotóxico que puede ser letal porque provoca una parálisis del sistema nervioso que puede derivar en una parada respiratoria.

“Su madre estaba trabajando en el jardín”, explicó a BBC la abuela del niño. En ese momento, en lugar de gritar por la presencia del animal, el menor agarró la serpiente venenosa y le mordió la cabeza. Cuando sus familiares llegaron junto al niño, se dieron cuenta de que era una cobra y de que, además, ya estaba muerta en su mano: “Cuando vimos la cobra en la mano del niño, todos corrimos hacia él, pero mientras tanto el niño ya la había mordido, matándola al instante”.

Inmediatamente después de lo ocurrido, el niño se desmayó, por lo que fue trasladado de urgencia al hospital local y posteriormente a la Facultad de Medicina del Gobierno en Bettiah, que es la capital del estado de Bihar.

Hospitalizado con hinchazón en el rostro y la boca

Los hechos, ocurridos el pasado 24 de julio, han resultado sorprendentes para el personal médico, que, aunque sí se encuentra frecuentemente con mordeduras de serpientes, no es común que sea justo al revés lo que suceda. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año casi cinco millones y medio de personas sufren los ataques de estos reptiles, provocándose envenenamiento en 1,8 o 2,7 millones de los casos.

Cobra (Freepik)
Cobra (Freepik)

Además, entre 81.410 y 137.880 personas mueren cada año por esta causa, siendo en India donde se obtienen cifras muy significativas porque en este país hay casi 300 especies distintas de serpientes, de las cuales 60 son venenosas.

El niño de un año llegó a la Facultad de Medicina con “la cara hinchada, especialmente alrededor de la boca”, explicó al citado medio el doctor Kumar Saurabh, que fue el especialista que atendió al menor. “No podíamos creerlo y consultamos con sus padres varias veces para asegurarnos de que no hubiera sido mordido por la cobra y descartar la posibilidad de que el veneno hubiera entrado en su torrente sanguíneo”.

Esta diferencia fue precisamente la clave para que el niño se salvase: “Cuando una cobra muerde a un humano, su veneno entra en el torrente sanguíneo y causa neurotoxicidad, que afecta nuestro sistema nervioso. Esto puede causar la muerte”. En estos casos, la mordedura de una serpiente venenosa puede causar parálisis, parada respiratoria, trastornos hemorrágicos, insuficiencia renal irreversible o daños tisulares que pueden causar discapacidad permanente, según destaca la OMS.

Por el contrario, “cuando un humano muerde una cobra, el veneno llega a nuestro sistema digestivo. El cuerpo lo neutraliza y lo expulsa”, explica el doctor Kumar Saurabh. De esta manera, el ácido estomacal se encarga de destruir la estructura proteica del veneno, pero también hubiese resultado peligroso si el menor hubiese tenido heridas o hemorragias en el tracto digestivo.

Una serpiente de gran tamaño se cuela en una casa. (Emergencias Sevilla)

Por suerte, tras la hinchazón con la que llegó a urgencias, no se produjeron más complicaciones. “Le dimos medicamentos antialérgicos y lo mantuvimos bajo vigilancia”. Después de 48 horas, el niño recibió el alta en perfecto estado de salud y pudo regresar a su casa.