Arqueólogos descubren una torre de vigilancia romana de 1.800 años de antigüedad levantada para proteger el imperio durante el reinado de Marco Aurelio

Expertos descubrieron estructuras defensivas y objetos de la Edad del Cobre en Mohovo, confirmando la existencia de una fortificación militar y comunidades antiguas en una zona clave del imperio romano

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Bajo las colinas de Mohovo, donde el Danubio bordea la Croacia oriental, un equipo de arqueólogos ha encontrado utensilios y huesos que revelan rastros del paso humano desde hace más de 7.000 años. El análisis de los vestigios, incluidos platos de cerámica, cuernos y huesos, condujo a la conclusión de que “probablemente son de la Edad del Cobre (3.500 a.C.), que es un período de transición entre el Neolítico y la Edad del Bronce cuando todavía se usaba la piedra y se descubrió el cobre, el metal”, según detalla el arqueólogo Marko Dizdar, del Instituto de Arqueología de Zagreb, en declaraciones a la BBC. No obstante, lo que más ha impresionado a los arqueólogos es mucho más reciente.

La investigación también ha permitido identificar “los restos de una torre de vigilancia militar romana de madera y voluminosa que había resistido durante siglos”, ubicada en una colina junto a la iglesia del pueblo. Hace 1.800 años de antigüedad, el puesto de observación militar, protegido por una valla de madera (empalizada), con una superficie de 1.500 metros cuadrados, seis metros de ancho y ocho metros de alto, se utilizaba para vigilar al enemigo germano, que estaba asentado al otro lado del Danubio, explica el arqueólogo.

Las mismas excavaciones ya se han encontrado en Gran Bretaña en el Muro de Adriano, los Países Bajos y Hungría, a lo largo de los ríos Rin y Danubio, que eran en su mayor parte la frontera del Imperio Romano, pero no en Croacia. “Nadie sabía de ellos, así que estamos aún más sorprendidos”, dice Dizdar.

Un nuevo hito en el estudio del Imperio

La existencia de semejante estructura defensiva resulta única para la región. “No se sabía que protegían la frontera del imperio (limes) en esta parte de Panonia, por eso este descubrimiento es único”, afirma Dizdar en las declaraciones recogidas por la televisión británica. El término limes hacía referencia en la Antigua Roma a los límites tanto geográficos como militares: desde campamentos legionarios hasta carreteras o murallas, muchos de estos dispositivos defensivos seguían el curso de obstáculos naturales como los ríos o se reforzaban mediante terraplenes y zanjas. La práctica de fortificar las fronteras se remontaba al emperador Augusto y se consolidó con Adriano, quien hizo levantar un muro que dividió Gran Bretaña.

El enclave defensivo contaba con una “plataforma de observación rodeada por una serie de pozos”, rasgo característico de la ingeniería militar romana. El acceso a esta estructura cuadrada se realizaba mediante puentes de madera dispuestos sobre los fosos, y los estudios han confirmado la ausencia de asentamientos civiles, lo que ratifica su función exclusivamente castrense.

Noticias del día 31 de julio 2025

La durabilidad de los restos, según el arqueólogo, se debe a su localización: “Estaban bajo un sedimento fino, amarillo y de loess, y eso es lo que los preservó. Logramos llegar a ellos gracias al desarrollo tecnológico y a los métodos modernos, de lo contrario es muy difícil detectarlos”, explicó Dizdar. Además, la exploración muestra que en los mismos pozos donde los militares romanos cavaron sus fortificaciones se conservaron indicios de las comunidades prehistóricas, ampliando así la perspectiva sobre la larga continuidad humana en la región.

La trascendencia de estos hallazgos radica en que, hasta ese momento, se tenía constancia de que las influencias culturales llegaban hasta el Danubio, pero raramente lo cruzaban hacia el oeste de Croacia. “Si vas más al oeste de Croacia, no existe tal cosa. Aunque el Danubio siempre ha sido un punto donde el norte y el este se han encontrado y ha seguido siendo un puente que conecta personas y paisajes”, concluye el arqueólogo.