Así fue la historia de amor de Ronna Keith y Papuchi: un “cuento de hadas” con dos hijos en común y 48 años de diferencia

La huella que dejó tras de sí el doctor Iglesias Puga es imborrable. Su rostro comenzó a ser conocido gracias a su trayectoria profesional en el campo de la ginecología y su faceta como padre de la estrella internacional Julio Iglesias. Apodado públicamente como ‘Papuchi’, su rostro acaparó las portadas de diferentes revistas y programas del corazón en los años 90 debido a su espontaneidad, su estilo juvenil y su fama de seductor a los casi 80 años.

Y es que Iglesias Puga era un hombre sin pelos en la lengua y no temía en asegurar públicamente que le gustaban mucho las mujeres, especialmente las más jóvenes que él. A punto de cumplirse dos décadas de su fallecimiento, Ronna Keith, con quien estuvo hasta el final de sus días, ha reaparecido en televisión para rendirle homenaje en el que sería su 100 cumpleaños.

La tarde de este martes, 29 de julio, la modelo, residente en Estados Unidos, estableció conexión con le programa TardeAR para traer al presente los mejores momentos que vivió junto al que fue su marido. Visiblemente emocionada, la viuda de Papichu ha asegurado sentirse afortunada de haber vivido su propio “cuento de hadas”, pese a sus 48 años de diferencia.

“Los que le conocían se acordarán de que él era un hombre muy juvenil, muy astuto, rápido de mente...Esa forma de pensar y de ser era de alguien adelantado a su edad y no se notaba la diferencia como se piensa“, ha afirmado en el espacio de Telecinco, agregando que la experiencia del doctor Iglesias Puga le permitía aprender de él constantemente.

Cuando Ronna y Papuchi se conocieron, ella era una joven modelo y él un hombre de 78 años, que se había divorciado de María del Rosario de la Cueva y Perignat, con quien tuvo a Julio y Carlos. Ella se encontraba de vacaciones en España, cuando él la vio en una terraza madrileña del Paseo de la Habana junto a una amiga. Enseguida, las invitó a tomar un café.

Aquel plan improvisado lo cambió todo. Para él fue amor a primera vista, pues tan solo un cruce de miradas bastó para que ambos quedaran cautivados el uno por el otro. Su historia de amor avanzó a paso firme y, en 2001, decidieron unir sus vidas después de once años de relación.

"La organizamos con poco tiempo, fue muy espontánea. Él quería casarse más que yo. No es que yo no quisiera, pero en ese momento vio necesario formalizar la relación. Fue muy gracioso porque cuando estábamos delante de la jueza, Julio dijo: ‘Llevamos muchos años juntos, no es algo de un día para otro’“, ha contado en el programa de Mediaset sobre lo que fue el día de su boda, celebrada en Jacksonville, Florida.

La pareja se convirtió en una de las más populares y seguidas por la prensa rosa, dada la naturalidad con la que llevaban su relación a pesar de su diferencia de edad. Sin embargo, la inesperada muerte del doctor Iglesias Puga puso fin a su historia de amor. En 2005, y con 90 años, el ginecólogo sufrió una parada respiratoria tras sufrir un edema pulmonar al que no pudo hacer frente. Por entonces, ya habían formado una familia con la llegada de su primer hijo en común, Jaime Nathaniel, y Ronna Keith se encontraba embaraza de su hija, Ruth, quien nació siete meses después de la muerte del doctor. Curiosamente, la pequeña nació el mismo día que su padre.

La viuda de Papuchi heredó prácticamente todos los bienes del doctor, que incluían cuatro casas, dos en Madrid, una en Peñiscola, en Castellón, y otra en Filadelfia, Estados Unidos. Desde entonces, ella había permanecido centrada en el cuidado y la crianza de sus hijos y alejada de los focos. Eso sí, siempre les ha hablado a sus hijos de su progenitor y, pese a que todos residen en Estados Unidos, acostumbra a visitar España para que sus hijos estar en contacto con sus raíces. "Era un hombre humilde que no quería hacer grandes shows, muy humano... Sabía llevar la corriente de las cosas y me gustaría que lo aprendiesen, que no sean serios ni se tomen las cosas demasiado en serio. Que sean felices porque él era feliz y alegre, además de muy bueno y apasionado por la vida. Su falta se ha sentido bastante y lo recuerdo con alegría, nada de lágrimas", ha manifestado en TardeAR.