Por qué el 26 de julio es el Día de los Abuelos

Esta celebración conmemora la figura de los más mayores como pilares fundamentales de la familia

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Una abuela con su nieto
Una abuela con su nieto (Freepik)

El amor de los abuelos hacia sus nietos suele ser uno de los más puros que existen, al igual que ocurre al revés, de los más pequeños a los más mayores. No solo son las figuras que vertebran la tradición familiar, convirtiéndose en puentes entre el presente y el pasado al conocer todo aquello que para el resto de los integrantes de la familia solo suena a tiempos remotos que no han vivido, sino que también suponen un gran apoyo.

Con la llegada del verano, muchos nietos pasan los días con sus abuelos mientras sus padres trabajan: quedándose con ellos hasta que estos terminan su horario laboral o incluso cuidándoles durante semanas. Así, se convierten en una ayuda fundamental, por lo que desde distintos sectores y organizaciones se remarca la necesidad de valorar su presencia y su cuidado, de poner en valor la figura de la tercera edad, muchas veces castigada en la sociedad actual.

Así, cada 26 de julio se celebra en España el Día de los Abuelos, una jornada que, aunque no está oficializada por la Organización de Naciones Unidas (sin embargo, la ONU sí que celebra el Día Internacional de las Personas de Edad, el 1 de octubre), se ha convertido en un momento para agradecer y recordar a los más mayores en muchos países del mundo.

¿Por qué el 26 de julio?

El 26 de julio, según el calendario litúrgico católico, coincide con la festividad de San Joaquín y Santa Ana. Estos santos son reconocidos como los padres de la Virgen María, y por tanto, los abuelos de Jesús.

Una abuela sosteniendo la mano
Una abuela sosteniendo la mano de un bebé (Freepik)

En 1584, el papa Gregorio XIII incluyó su festividad en el calendario eclesiástico, y siglos después, este vínculo se extendió al ámbito civil, convirtiendo la fecha en una celebración más amplia del rol de los abuelos.

¿Cuándo se empezó a celebrar en España?

Distintos países de todo el mundo celebran el Día de los Abuelos, pero su fecha no es unánime. Por ejemplo, en Estados Unidos se conmemora el primer domingo después del Labor Day (en septiembre), mientras que en Italia es el 2 de octubre. En México el Día del Abuelo es el 28 de agosto y en países como Brasil se mantiene la tradición católica del 26 de julio, como es el caso de España, donde se empezó a celebrar este día gracias a la propuesta realizada por la ONG Mensajeros de la paz en 1998.

A pesar de esta disparidad, todos coinciden en un mensaje común: la necesidad de reconocer el valor de quienes han criado, cuidado, escuchado y acompañado a varias generaciones; de aquellos que permanecen siempre en el recuerdo, pese a que ya no estén.

Así, se convierte en una fecha idónea para comenzar a valorar (si no se hace ya) la figura de quienes siempre están: ya sea con una muestra de afecto, con escucha atenta de las anécdotas e historias que cuentan, con el agradecimiento por lo que dan sin esperar nada a cambio o con la simple compañía, que en muchas ocasiones es el regalo más preciado que se le puede hacer a un abuelo.