Koldo García organizó el espionaje interno al PSOE durante la crisis de 2016: “Ahora está otra vez grabando, ¿ves? Ya empieza”

Grabaciones incautadas por la UCO revelan que el exasesor de José Luis Ábalos supervisó el espionaje de conversaciones privadas durante la batalla por el control del Partido Socialista en 2016

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Koldo García organizó el espionaje
Koldo García organizó el espionaje interno al PSOE durante la crisis de 2016. (Imagen Composición Infobae)

“Ahora está otra vez grabando, ¿ves? Ya empieza”, instruyó con precisión Koldo García a dos de sus colaboradores en octubre de 2016, justo antes de que estos accedieran a un restaurante de Madrid con la misión de registrar una conversación entre dirigentes del PSOE, según ha revelado la Cadena SER.

La escena ha sido reconstruida a partir de las grabaciones interceptadas por la UCO (Unidad Central de Operación) de la Guardia Civil, a través de la investigación de la ‘trama Koldo’, que involucra al exasesor de José Luis Ábalos, a Santos Cerdán (diputado del PSOE, posteriormente Secretario General del partido).

Una operación en medio del colapso

En aquel otoño de 2016, el PSOE atravesaba una profunda convulsión. La dimisión forzada de Pedro Sánchez como secretario general (a instancias de un sector crítico encabezado por Susana Díaz) había abierto una batalla por el control del partido.

Dentro de las trincheras, Koldo García, estrecho colaborador de José Luis Ábalos, articuló una red informal para grabar conversaciones privadas entre dirigentes, con el objetivo de obtener información sobre alianzas y tensiones que definían el futuro del liderazgo socialista. En ese contexto, dos personas bajo la supervisión directa de Koldo recibieron instrucciones sobre cómo manejar una grabadora portátil.

“Ya está empezando a grabar (...) Cuando veas que está corriendo (...) Ello sigue grabando y tú lo tienes que dejar así porque aquí es por donde se escucha”, se escucha decir al exasesor en una nota de voz incautada en el registro de su domicilio en Polop de la Marina (Alicante), en febrero de 2024.

“Frente a quienes obstaculizaban la acción de la justicia, hoy hay colaboración absoluta con ella para llegar hasta el final”, ha afirmado el presidente

Objetivo: registrar tensiones internas

El episodio tuvo lugar el 26 de octubre de 2016, en plena sesión parlamentaria sobre la investidura de Mariano Rajoy, y un día antes de que Pedro Sánchez dejara su acta de diputado.

La misión de los colaboradores consistía en sentarse cerca de los dirigentes Javier Remírez, que en ese momento era secretario de Ideas y Programas del PSN y Guzmán Garmendia, que se encargó de la campaña digital de Sánchez para las primarias de 2014. De esta manera, los colaboradores de Koldo debían grabar cualquier conversación relacionada con la situación del partido. No obstante, el alboroto del restaurante dificultó la recogida de un audio nítido.

Tras la comida, los espías improvisados se reunieron con Koldo para contarle que escucharon críticas a “Santi” y “María”, aunque el exasesor no presentó demasiada preocupación por esos nombres. Fue entonces cuando se pronunció el nombre de “Susana”, a lo que Koldo intentó aclarar si se referían a Susana Díaz (presidenta de la Junta de Andalucía y líder del sector que forzó la dimisión de Pedro Sánchez) o de Susana Sumelzo (diputada socialista por Zaragoza, afín al presidente).

La conversación reveló también otro tipo de observaciones. Durante una emisión informativa sobre Pedro Sánchez, los comensales se miraron y rieron. “En la televisión ha aparecido Pedro Sánchez. Se han mirado el uno al otro y han empezado a reír como ‘joder, a tomar por culo’ o algo así”, relató una de las colaboradoras. “Ah, esos detalles son importantes”, respondió Koldo.

Acto seguido, los colaboradores le comentaron que “hablaban de dinero” y que uno de los comensales iba a hablar con “un tal Patxi, a ver si este lo entiende o no”. “Si no, voy a ir yo. Algo con cuatro, cuatrocientos o cuarenta”, agregaron. “No te preocupes, ya lo entenderá Santi lo que es”, respondió Koldo, que les insistió varias veces con que quería cualquier detalle.

Asimismo, le dijeron que Javier viajaría “el domingo a Madrid” al “Comité Federal” del PSOE, donde iba a “dejar claro” algo. Interesado por esta nueva información, Koldo les preguntó si “por casualidad sabéis si iba a hablar con alguien”, concretamente con Susana Díaz o con Eduardo Madina, los rivales de Sánchez para las primarias. No obstante, la mujer confesó que “no han hablado de ningún Eduardo”. Aun así, Koldo aseguró que cualquie información “viene bien. Esto es para mí y para Santi”.

En la misma conversación, los informantes le comentaron que habían escuchado hablar a los invitados de que uno enviaría un mensaje “a Susana” con el que “los van a tumbar a todos”. Aunque no se precisa a qué Susana se refieren, las fuentes consultadas por El Mundo señalan a Sulmezo, actual secretaria de Estado para Iberoamérica y del bando de Pedro Sánchez, en la fecha de la grabación. Además, le explicaron que no debían escribir al correo oficial, sino “el de ella personal”. La mujer agregó: “Y ha dicho el que estaba a mi lado, tú tranquilo, que de eso me encargo yo y ya con eso tumbo yo a todos. Si consigo eso, tumbo a todos”.

Las grabaciones de audio entre Koldo y Cerdán

Grabaciones como herramienta de presión

El espionaje no fue un hecho aislado. Según el “informe Cerdán” elaborado por la UCO el 5 de junio, Koldo García acumuló durante años un archivo de conversaciones grabadas. En el registro de su vivienda se incautaron más de 8 gigabytes de audios. “Permitiría albergar aproximadamente 65 millones de páginas”, señaló el magistrado instructor, Leopoldo Puente.

Las grabaciones incluyen conversaciones entre García, Ábalos y Santos Cerdán, en las que se abordan presuntas comisiones ilegales procedentes de contratos públicos. En una de ellas, García se refiere a Cerdán como un “hijo de puta” que no le coge el teléfono: “Se piensan, claro, como soy tonto, soy de pueblo... soy capaz de romper las piernas a un tío porque me lo pide él”, le confiesa a Ábalos, sin que este supiera que estaba siendo grabado.

Esta información ha conmocionado el ala crítica del PSOE, ya que algunas fuentes del partido han sostenido que esta estrategia de espionaje es intolerable. Además, muchos sospechan que haya podido ser una práctica prolongada en el tiempo y no algo eventual: “Montaron una Gestapo. De juguete, pero una Gestapo”, han desvelado para El Mundo.

Los mismos informantes aseveran que tanto Medina como Díaz sospechan que hubo más maniobras sucias de este carácter contra ellos. Incluso, fuentes cercanas a la expresidenta de Andalucía aseguran que ella siempre ha mantenido esta idea, pero ya no solo durante los años de tensión, sino también después.