El incómodo momento en el que a Carlos III le preguntan el coste de la familia real para los ciudadanos

El rey británico respondió con solo dos palabras al hombre que le espetó el motivo por el que los ‘royals’ “cuestan 500 millones de libras” anuales a los contribuyentes

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El rey Carlos de Inglaterra
El rey Carlos de Inglaterra en una imagen de archivo. EFE/Neil Hall

Carlos III ha vivido un momento incómodo esta semana. Este pasado lunes, el rey británico realizó una visita a la ciudad de Suffolk. Lo que se suponía que iba a ser un acto más de agenda en el que podía acercarse a la ciudadanía, terminó siendo un aprieto.

Sucedió tras la visita al The National Stud, un centro de cría de caballos, cuando realizó un paseo por el centro de la ciudad acompañado de su mujer, la reina Camila, para saludar y conversar con los ciudadanos. Más de mil personas acudieron para ver a la pareja real, generando un ambiente animado. Sin embargo, la visita también incluyó un momento tenso cuando un asistente le planteó una pregunta directa sobre el gasto público en la monarquía.

En un vídeo difundido por el medio The National, se puede ver cómo un hombre le pregunta: “¿Por qué su familia nos cuesta 500 millones de libras al año, Carlos?”. El rey hizo una breve pausa y respondió con un lacónico “Ah, sí”, antes de continuar su camino sin ofrecer una explicación adicional.

Carlos III y Camila en
Carlos III y Camila en una imagen de archivo. (Europa Press)

Este cuestionamiento hace referencia a un informe publicado en septiembre de 2024 por el grupo anti-monarquía Republic, que afirma que el coste real de la Familia Real para el contribuyente supera los 500 millones de libras anuales. Este cálculo incluye gastos no contabilizados en el Sovereign Grant, la subvención anual otorgada por el gobierno para cubrir las funciones oficiales de la monarquía, el mantenimiento de propiedades y el pago del personal.

La situación se volvió aún más incómoda cuando el mismo asistente le lanzó una segunda pregunta mientras el rey seguía caminando: “¿Por qué solo pagan a sus jardineros el salario mínimo?”. Una nueva intervención que hace referencia a un reporte del Sunday Times que denunció que la mayoría de los jardineros de Highgrove House, la residencia privada del rey, dejaron su empleo en 2022 debido a salarios bajos y exigencias laborales. Según el informe, once de los doce jardineros que trabajaban a tiempo completo abandonaron la finca, una situación que ha llamado la atención sobre las condiciones laborales en las propiedades reales.

El rey no respondió a esta última pregunta tampoco y continuó saludando a la gente. Minutos después, una mujer preguntó si era justo que los contribuyentes pagaran 27 millones de libras al año procedentes del Duchy of Lancaster, una propiedad privada que pertenece al monarca y que genera ingresos para su mantenimiento. Carlos escuchó la pregunta pero no respondió.

Carlos III. (Aaron Chown/Pool via
Carlos III. (Aaron Chown/Pool via REUTERS)

El Duchy of Lancaster es una finca privada que comprende casi 18.000 hectáreas en Inglaterra y Gales y está destinada a proporcionar ingresos para el soberano, de manera similar al Duchy of Cornwall, que sostiene al príncipe Guillermo. Ambos están exentos del impuesto de sociedades, aunque Carlos y su hijo pagan voluntariamente el impuesto sobre la renta de los beneficios que reciben de estas propiedades.

A pesar de las preguntas y el debate sobre los gastos, los defensores de la monarquía defienden que esta genera un valor económico significativo para el Reino Unido. Se estima que la “marca real” vale más de 22 mil millones de libras, aportando cerca de 1.8 mil millones de libras anuales a la economía mediante turismo, ventas de productos relacionados, medios de comunicación y actividades benéficas.

Finalmente, después de la ronda de preguntas, el hombre que había planteado las cuestiones iniciales se despidió de forma respetuosa con un “Dios le bendiga, Su Majestad”. Como es habitual, los miembros de la Familia Real no suelen responder a quienes los interpelan con críticas durante sus compromisos oficiales, y el rey Carlos continuó con su agenda junto a la reina Camila.