Los pilotos de British Airways se ven obligados a abrir las ventanas mientras el avión se llenaba de gases tóxicos y tienen que aterrizar de emergencia

El inusual aroma a “calcetines usados” percibido por los ocupantes de un avión de British Airways hizo saltar las alarmas sobre la presencia de posibles gases tóxicos en pleno vuelo, lo que obligó a que la aeronave aterrizara de emergencia en el aeropuerto de Gatwick. Ocurrió el martes pasado, poco después del despegue del vuelo BA2203 con destino a Cancún, México, según ha detallado el medio británico The Mirror. Unos 340 pasajeros y miembros de la tripulación se encontraban a bordo del Boeing 777-200 al momento de la emergencia.

La aerolínea declaró “emergencia total” minutos después de detectarse el problema, tras lo cual se desplegaron las máscaras de oxígeno en la cabina. Los pilotos, enfrentando la situación, recurrieron a abrir las ventanas de la cabina para dejar entrar aire fresco. La aeronave, en lugar de continuar ruta hacia México, sobrevoló la ciudad de Londres durante 45 minutos hasta obtener autorización para regresar y aterrizar de manera segura en Gatwick a las 15:29, aproximadamente una hora después del despegue registrado a las 14:11.

Testimonios reportados por el medio señalaron que el olor persistente provocó mareos entre los pasajeros y también entre el personal de vuelo, por lo que tanto tripulantes como algunos viajeros requirieron atención médica tras la exposición a los gases. Tras el aterrizaje, tanto la pista como el propio avión fueron sometidos a estrictas inspecciones de seguridad. El incidente ocasionó que el vuelo de British Airways se pospusiera durante 24 horas, obligando a los pasajeros a hospedarse en hoteles cercanos hasta que su viaje a Cancún pudo reprogramarse para el día siguiente.

Un portavoz de la aerolínea explicó al periódico The Sun que “la aeronave aterrizó de manera segura en Gatwick después de que los pilotos identificaran un inconveniente técnico. Los clientes desembarcaron con normalidad y hemos pedido disculpas por las molestias causadas a sus planes de viaje”.

Casi simultáneamente, otra aeronave que había partido de Gatwick enfrentó una emergencia menos peligrosa. Se trató del vuelo EZY8520 de easyJet, cuyo avión Airbus A320 con destino a Madeira, Portugal, declaró la situación de pan pan (término que se usa cuando un incidente de aviación es urgente pero no pone en peligro la vida) tras una posible colisión con aves. Los pilotos solicitaron un descenso continuo y una pista despejada para retomar tierra. El avión, con alrededor de 190 personas a bordo entre pasajeros y tripulación, aterrizó a las 15:30. Tras la maniobra, personal del aeropuerto inspeccionó la pista antes de reanudar sus operaciones normales.

EasyJet también emitió un comunicado indicando que el vuelo EZY8520 solicitó prioridad de aterrizaje y fue recibido por servicios de emergencia siguiendo los protocolos establecidos. “La seguridad de nuestros clientes y la tripulación es la máxima prioridad de easyJet, que opera conforme a las estrictas normas de los fabricantes”, indicó la compañía.

El historial de incidencias recientes en Gatwick registra otro episodio relevante en junio del año pasado, cuando un Boeing 777 de British Airways rumbo a Vancouver, Canadá, abortó el despegue luego de que su copiloto confundiera los controles al mover una palanca a la izquierda en vez de hacerlo hacia la derecha. Esta acción redujo la potencia de la aeronave exactamente cuando debía incrementar el empuje para iniciar el ascenso, lo que provocó que los frenos se incendiaron. El error derivó en el cierre de la pista durante 50 minutos y la cancelación de 23 vuelos en el aeropuerto. Según la Air Accidents Investigation Branch, el propio copiloto no pudo encontrar una explicación para su confusión.