Un conductor con 1,6 gramos de alcohol en sangre hace que su hijo de 11 años sople en el alcoholímetro

Un hombre de unos cincuenta años fue interceptado el pasado miércoles 9 de julio por la policía municipal francesa tras circular en sentido contrario por un bulevar. Al ser dado el alto y sometido a un control, los agentes detectaron que presentaba 1,6 g de alcohol por litro de sangre, una cifra que supera ampliamente el límite legal.

Según informaron los medios Ouest France y Le Figaro, el vehículo del conductor estaba equipado con un alcoholímetro con inmovilizador de vehículos, un dispositivo impuesto por decisión judicial como alternativa a la suspensión total del permiso de conducir. Antes de poner en marcha el vehículo, el conductor debe soplar en un dispositivo conectado al tablero. Este dispositivo contiene un sensor electroquímico que mide la concentración de alcohol en el aire espirado.

Si el nivel de alcohol detectado está por debajo del umbral permitido (por ejemplo, 0,25 mg/l en aire espirado en España para conductores generales), el sistema desbloquea el encendido del vehículo. Si el resultado supera el límite establecido, el motor no puede arrancarse. Sin embargo, el hombre recurrió a su hijo menor para sortear la restricción y poder utilizar el automóvil.

Durante la declaración ante las autoridades, el individuo admitió que padece un problema de adicción al alcohol. La policía lo detuvo y lo puso bajo custodia, antes de presentarlo ante la fiscalía de Nantes, acusado de “poner en peligro la vida ajena” y “conducción en estado de ebriedad”.

Los datos que muestran la relación entre los accidentes de tráfico y el consumo de alcohol resultan alarmante. Según los últimos datos de la DGT, en 2022 se registraron 4.283 siniestros relacionados con el consumo de alcohol.

En 2020, el 50% de los fallecidos en carretera había consumido alcohol u otras drogas. Por este motivo, tanto Tráfico como las instituciones europeas han decidido actuar con medidas tecnológicas como el alcoholímetro antiarranque.

El Reglamento 2019/2144 del Parlamento Europeo estableció el 6 de julio de 2022 como la fecha a partir de la cual todos los coches nuevos matriculados en la Unión Europea deben contar con la preinstalación necesaria para el alcoholímetro antiarranque. Sin embargo, corresponde a cada gobierno nacional determinar en qué casos será obligatorio su uso efectivo, como podría ocurrir con conductores reincidentes, taxistas o conductores de vehículos de transporte con conductor (VTC).

En el caso de España, la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobada a finales de 2021, especifica en su disposición adicional decimoquinta que a partir del 6 de julio de 2022, los vehículos de categoría M2 y M3 que dispongan de interface normalizada para la instalación de alcoholímetros antiarranque destinados al transporte de viajeros deberán disponer de estos dispositivos. Según explica el Real Automóvil Club de España, las categorías M2 y M3 incluyen vehículos diseñados para transportar personas y su equipaje, con más de ocho plazas además de la del conductor, y con una masa inferior o superior a cinco toneladas.