Así serán las vacaciones del príncipe Guillermo y Kate Middleton: de la naturaleza de Sandringham a la tranquilidad de Balmoral

Con la llegada del verano y el cierre del curso escolar, los hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton han iniciado oficialmente sus vacaciones. El príncipe George, la princesa Charlotte y el pequeño príncipe Louis han terminado las clases en el colegio Lambrook, y ahora disfrutan de semanas de descanso antes de reincorporarse a las aulas en septiembre.

Aunque sus padres continúan cumpliendo con los compromisos reales, como la esperada visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, prevista para la próxima semana, lo cierto es que la familia ya tiene la mirada puesta en su tiempo libre. Según ha explicado la periodista especializada en la casa real británica Jennie Bond a The Mirror, los veranos son cada vez más privados para los príncipes de Gales, en contraste con la intensa exposición mediática que vivieron Guillermo y Harry en su infancia.

“Lo cierto es que las vacaciones escolares están reservadas como tiempo privado para el príncipe y la princesa de Gales y su joven familia. Y, hoy en día, eso significa que sus planes se mantienen confidenciales y prácticamente no tienen nada que hacer”, ha señalado Bond, recordando que en los años 80 y 90 los paparazzi seguían a la princesa Diana y sus hijos incluso en sus momentos de ocio. “La situación ha cambiado notablemente, y eso sin duda es un alivio para Guillermo y Kate”, añade.

Mientras el príncipe de Gales continuará con algunas obligaciones institucionales durante las próximas semanas, según revela The Mirror, la princesa centrará sus energías en la vida familiar, siempre que su estado de salud lo permita. Hace tan solo unos días, la nuera de Carlos III reapareció en público en una visita a un jardín terapéutico en un hospital, donde compartió algunas reflexiones sobre su proceso de recuperación del tratamiento oncológico que afronta desde hace meses.

Uno de los posibles destinos para las vacaciones familiares es Anmer Hall, la residencia campestre en Norfolk que ha sido su refugio habitual en los veranos. Situada en la finca de Sandringham, esta propiedad ofrece a los príncipes y sus hijos un entorno natural privilegiado: playas tranquilas, senderos para explorar y espacio suficiente para disfrutar sin interrupciones.

“Les fascina el aire libre, la libertad de corretear por la finca, alimentar animales en la granja o recolectar frutas. Es el tipo de diversión que adoran”, comenta Jennie Bond. La finca de Sandringham es, además, un lugar asociado a la infancia de Guillermo, lo que añade una carga emocional especial a cada visita.

Otro lugar con gran valor simbólico para el matrimonio es el archipiélago de las Islas Sorlingas, frente a la costa de Cornualles. Aunque no se ha confirmado ningún viaje, la comentarista real no descarta que la familia dedique unos días a desconectar allí, lejos de los focos.

Sin embargo, hay un destino que se da por hecho: Escocia. Como cada año, la familia real tiene previsto reunirse en Balmoral, la emblemática residencia de verano en las Highlands. Tradicionalmente, los Windsor se congregan allí durante agosto para disfrutar de jornadas al aire libre, paseos por el bosque, picnics y barbacoas en familia. La estancia en Balmoral es una cita ineludible en el calendario real, donde el tiempo se detiene y prima la conexión familiar por encima de todo.