Una joven alucina por lo que se encuentra en los baños de una discoteca en Madrid: “El futuro ha llegado”

Una máquina dispensadora de una discoteca de Madrid vende perfumes a los asistentes

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Imagen de archivo de una
Imagen de archivo de una discoteca. (Adobe)

Vivimos en la época en la que el consumismo está a la orden del día. Todo va tan rápido que casi no nos damos cuenta. Las empresas buscan nuevas formas para vender y tienen que ser creativos para satisfacer ya no solo las exigencias básicas de sociabilidad con el entorno, sino también las que nos genera el marketing y la publicidad.

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Hasta las discotecas, que ya no se conforman con vender entradas, implementan en sus modelos de negocio productos y servicios inesperados.

Una máquina dispensadora de perfumes

Lo último que se ha visto en un local es una máquina dispensadora de perfumes. Así como lo oyen. Esto es lo que una discoteca de Madrid vende en sus noches de música y fiesta. Antes era tabaco, incluso algún aperitivo por si aparecía el hambre a media noche. Ahora, las propuestas comerciales trascienden las necesidades básicas de los jóvenes madrileños, ofertando una nueva gama de productos y servicios inesperados.

Según el Huffpost, una chica se quedó perpleja al toparse con una máquina de estas.

Su nombre es Cintia Ramiro, amante de los planes nocturnos por la capital. Fue en una discoteca del centro cuando se encontró, en los baños, una máquina dispensadora que vendía toda clase de perfumes. Afrutados, cítricos, madera.

Un aroma icónico que envuelve
Un aroma icónico que envuelve con personalidad, elegancia y un legado de distinción. (Especial)

El dispositivo, un sencillo dispensador negro con frascos visibles, ofrecía una experiencia aromática sin complicaciones. Insertabas dos euros, girabas un selector y elegías tu fragancia. Sin pantallas, sensores ni tecnología digital: solo un mecanismo analógico simple.

“El futuro ha llegado, chavales”, comunicó en redes sociales entusiasmada por el descubrimiento mientras grababa con el móvil. “Es la primera vez que veo esto en mi vida. Decidme si lo habíais visto antes”, dijo antes de lanzar la pregunta que daría comienzo a una oleada de comentarios.

Un debate en redes sociales

La publicación causó furor en las redes sociales. Por un lado, estaban aquellos que, como Cintia, estaban muy sorprendidos. Sin embargo, otros usuarios se reían de la ingenuidad de la chica argumentando que “las máquinas de perfumes ya estaban en todas las discotecas de los años 70 y 80”.

También hubo comentarios recreándose en que este tipo de máquinas no tenían ningún sentido. La gente ya venía con perfume en casa o incluso lo llevaban en el bolso, ¿por qué alguien tendría la necesidad de comprarlo allí?

El vídeo continúo generando debate y comentarios por internet incidiendo en el carácter cíclico de los fenómenos culturales y su retorno a la capital española. También puso sobre la mesa el debate: ¿Por qué estas máquinas expendedoras? ¿Es por la cultura o es por un capitalismo consumista que se niega a dejarnos descansar?