Una soltera de ‘First Dates’ que tiene experiencias paranormales le deja claro a su acompañante lo que está buscando en el amor: “Yo no soy una de ellas”

La vidente ha asegurado haber viajado al final del túnel de la vida, pero no la dejaron quedarse: “Me dijeron que no era mi momento”

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Quique y Marta en su
Quique y Marta en su cita de First Dates (Montaje Infobae, Cuatro)

Desde su llegada al restaurante de First Dates, Marta, de 82 años, dejó claro quién era. “Soy un libro abierto”, dijo a Carlos Sobera, el presentador del programa, mostrando su carácter directo y sincero. Explicó que había sido empresaria antes de quedarse viuda, y aunque su faceta empresarial es parte de su historia, lo que realmente la define es su capacidad para conectar con lo sobrenatural. “Soy vidente y exorcista, pero me gusta poco contarlo porque me jubilé hace dos años y la gente a veces se ríe o hace burla”, confesó, antes de adentrarse en relatos escalofriantes sobre sus experiencias. “Yo he sido poseída muchas veces, he tenido poltergeist, de levantarme toda amoratada porque me ha entrado algún espíritu maligno”, relató, dejando boquiabierto al presentador.

Carlos Sobera, visiblemente asustado por lo que escuchaba, no pudo evitar preguntarle: “¿Qué hay al otro lado?”. La respuesta de Marta fue aún más intrigante. “Algo precioso, no me quería volver a la tierra, pero me dijeron que no era mi momento”, relató sobre la experiencia que vivió cuando cruzó “el túnel”, una experiencia que, según ella, fue más allá de lo terrenal. Sin embargo, Marta, aunque fascinada por sus vivencias paranormales, prefiere no profundizar demasiado en estos temas porque muchas personas no las creen y eso le causa malestar.

Su cita, Enrique, tenía 80 años, pero se sentía tan activo como un joven. Se mostró entusiasta al hablar de sus pasatiempos, mencionando que podía caminar y correr largos trayectos cada día. Marta, por su parte, no tardó en dar su opinión sobre él: “No me gustan los hombres con peluca, que se la quite”, bromeó, haciendo referencia a su aspecto físico, lo que generó una sonrisa en Enrique. La cita comenzó en tono relajado, con ambos compartiendo anécdotas de su pasado y expectativas de una relación.

“Si él buscaba sexo varias veces a la semana, yo no era su mujer"

Quique y Marta en su
Quique y Marta en su cita de First Dates (Cuatro)

Enrique, que parecía haberle caído muy bien a Marta, le mostró una gran caballerosidad durante la velada, lo que la soltera apreció. Marta le confesó que, a pesar de ser una mujer muy activa, también era muy detallista. Entre ellos surgió una conversación sobre temas más personales, como las experiencias sexuales. Quque tocó el tema de las mujeres que nunca han tenido un orgasmo con sus parejas. Marta, tajante, le respondió: “Yo no soy una de ellas”.

Sin embargo, cuando él insistió y preguntó sobre el sexo oral, Marta se mostró más reservada, dejándole claro que no iba a responder a esa pregunta y que si él venía buscando sexo, no era ella la indicada. En ese momento, Marta dejó claro que, aunque valoraba la conexión emocional y los detalles en una relación, no estaba dispuesta a comprometerse en una relación únicamente basada en el sexo. “Si él buscaba sexo varias veces a la semana, yo no era su mujer porque el cuerpo no me acompaña”, sentenció, marcando un límite firme.

"First Dates" es un programa de Cuatro en el que personas desconocidas comparten una cena en un restaurante y, tras conocerse, deciden si quieren tener una segunda cita fuera del programa.

La conversación continuó por caminos más ligeros, y Marta compartió con Enrique que su marido había fallecido durante la pandemia. Por su parte, Enrique relató sus experiencias con mujeres en las que, según él, la intimidad había sido planteada de manera inapropiada. “Me han pedido tener sexo en un restaurante a través del camarero, pero yo lo he rechazado porque tenía miedo a las enfermedades venéreas”, explicó. A Marta le gustó la postura respetuosa y prudente de Enrique, lo que estrechó aún más su conexión.

Al final de la cita, ambos coincidieron en que se lo habían pasado fenomenal. “Sí, quiero una segunda cita”, dijo Marta, reflejando el interés mutuo que había nacido entre los dos. A pesar de las diferencias y de las peculiaridades de Marta, su cita con Enrique fue un éxito, y la posibilidad de un nuevo encuentro se presenta como una posibilidad concreta.