Los dos riesgos de aguantarse el pis, según un médico: “La orina retenida es un balneario para las bacterias”

Al igual que no es bueno para la salud ir al baño con demasiada frecuencia, tampoco lo es retrasarlo constantemente

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El médico David Callejo explica
El médico David Callejo explica los riesgos de aguantarse las ganas de hacer pis (Montaje Infobae con imágenes de Adobe Stock y @davidcallejo10/Instagram)

Hay una situación con la que muchos estudiantes se han encontrado en sus años en la escuela: estando todavía a mitad de la clase, comienzan a entrarles muchas ganas de ir al baño y, pese a que se lo comunican al profesor y piden permiso para ausentarse un momento del aula, obtienen una negativa como respuesta y el consejo de que, en la próxima vez que ocurra, aprovechen el recreo para ir a los aseos.

Esto también puede ocurrir en el trabajo, mientras se conduce o si se está en la calle y no se encuentra ningún establecimiento en el que pueda utilizarse el baño. Para muchas personas esto genera una gran angustia, especialmente porque el deseo de hacer pis se impone a cualquier pensamiento o acción que deba realizarse, unas ganas que van en aumento.

David Callejo, médico, profesor, anestesista y divulgador en redes sociales (@davidcallejo10), ha publicado recientemente un vídeo en su cuenta de Instagram en el que explica cuáles son los riesgos de aguantarse las ganas, ya que es un hábito que, aunque parezca inofensivo, puede tener repercusiones en la salud.

Mujer con ganas de ir
Mujer con ganas de ir al baño (Shutterstock)

Riesgo de infecciones

“Este video no le va a gustar a tus profesores, pero tu vejiga te lo va a agradecer. En el colegio nos decían que nos aguantáramos el pis hasta el recreo. ¿Os suena?“, dice el médico, consciente de que esta situación se repite constantemente en colegios e institutos. Los docentes se niegan a que muchos de sus alumnos vayan al baño durante las horas de clase por temor a que simplemente sea una excusa para ausentarse durante varios minutos del aula y perderse las lecciones. Sin embargo, no suele ser siempre el caso.

“Cuando la vejiga está al 50-75%, nos entran ganas de hacer pis”. Este es el momento en el que la persona comienza a tener la necesidad de ir al baño y, aunque el experto señala que “no pasa nada” por aguantar esas ganas “un poco de forma puntual”, sí que, si se hace siempre, la vejiga “se acostumbra a tener más capacidad”.

Esto, aunque puede parecer algo positivo porque permitiría que en las próximas ocasiones se puedan aguantar más tiempo las ganas, David Callejo explica que tiene dos riesgos fundamentales para la salud. En primer lugar, “puede favorecer las infecciones.

Tal y como explica el divulgador, “la orina retenida es el balneario ideal para las bacterias”, que se eliminan del cuerpo a través de esta vía. Por ello, cuando se retrase de forma frecuente o demasiado prolongada el momento de ir al baño, las bacterias permanecerán más tiempo en la vejiga y pueden favorecer una infección urinaria, especialmente en personas con predisposición a esta o mujeres, ya que la uretra es más corta.

Episodio: ¿Qué es una infección urinaria?

Debilitamiento de los músculos

El aumento de las posibilidades de tener una enfermedad no es el único riesgo para la salud de aguantarse las ganas de hacer pis de forma frecuente. David Callejo explica que “la vejiga es un músculo que es como un globo”: “Si lo forzamos a llenarse demasiado, después puede tener muchos problemas para vaciarse”.

De esta manera, los músculos de la vejiga pueden debilitarse o descoordinarse, lo que a largo plazo puede dificultar su vaciado completo.

Un problema para la concentración

Además de estos riesgos para la salud, el médico indica que existen estudios que demuestran que “aguantarse las ganas empeora mucho nuestra memoria y nuestra concentración”. Esto ocurre porque “literalmente no podemos pensar si nuestra vejiga está a punto de explotar”.

También explica que, al igual que no ir al baño de forma frecuente es peligroso, lo es además hacer pis “cada hora”, ya que esto puede ser un síntoma de “vejiga hiperactiva”: “Lo habitual es hacer pis cada tres o cuatro horas, aunque dependerá de muchos factores”, tales como la edad, el sexo o las condiciones médicas de cada persona.