Dos empleados de un desguace inspeccionan la batería de un Tesla inundado: “Han sido muy finos”

En los últimos años, Tesla se ha posicionado como uno de los líderes en la industria de vehículos eléctricos gracias a su innovación tecnológica y su apuesta por la movilidad sostenible. Sin embargo, la seguridad de las baterías continúa generando un debate entre expertos, usuarios y reguladores.

Dos empleados de un desguace, conocidos en las redes como @desguacemotocoche, han inspeccionado un Tesla Model 3 de 2024 que había quedado completamente inundado para evaluar el estado de su batería. “¿Tendrá agua, pececillos o algún grillo?“, bromean.

A pesar de que el vehículo no mostraba signos visibles de daño, la preocupación principal era si el agua había afectado al interior la batería, un componente crítico en los coches eléctricos.

El proceso de inspección comenzó con la adopción de medidas de seguridad por parte de los trabajadores, quienes utilizaron EPIS, equipos de protección individual (cascos y guantes), para evitar descargas eléctricas. La batería, explica el empleado, es de 60Kw.

Según explica uno de ellos, la batería de Tesla “no puede abrirse por la mitad” sin comprometer su hermetismo, por lo que se optó por retirar la tapa de registro para verificar el voltaje. “En Tesla han sido muy finos y le han puesto 23 tornillos especiales”, señala. Tras quitar “23 tornillos” que solo pueden retirarse con una llave específica para productos de Tesla, los empleados comprobaron que los conectores de la batería se encontraron en perfecto estado, lo que indicaba que no había entrado agua en su interior.

“Lamentablemente solo podemos mirar las unidades de control de la batería, no las celdas”, afirma el profesional, que matiza que esto ya pueda aportar una idea de cómo está la batería. “Está impecable, no le ha entrado agua”.

A continuación, llegaba la hora de la verdad, comprobar si la batería tenía voltaje. Explican que la batería de este Tesla es de origen chino y su voltaje en perfecto estado es de 400 voltios. La empleada apunta que un voltaje por debajo de 300 voltios o incluso cero indicaría un problema, pero en este caso, la batería estaba intacta tras la inundación, ya que tenía 340 voltios. “Eso quiere decir que la batería estaba descargada, no es que esté mal”, subraya.

El coste de reparar una batería Tesla en España varía significativamente según el tipo de daño y el modelo del vehículo, pero en términos generales, puede oscilar entre 10.000 y 20.000 euros.

Las baterías de los vehículos eléctricos Tesla están compuestas por módulos de celdas de ion de litio que requieren una reparación o reemplazo especializado, que incluye mano de obra y piezas originales. Cuando el daño es severo, como en casos de incendio o degradación avanzada, suele ser necesario cambiar toda la batería, lo que implica el coste más elevado dentro del mantenimiento del vehículo eléctrico. En algunas ocasiones el cambio total de batería puede superar los 15.000 euros.

Por otro lado, reparaciones menores, como el reemplazo de módulos específicos dentro del pack o la reparación de conexiones eléctricas, pueden ser opciones más económicas, aunque igualmente costosas en comparación con vehículos de combustión. Tesla recomienda acudir a sus centros autorizados, donde el precio puede ser más alto que en talleres independientes, pero garantiza el uso de repuestos originales y un diagnóstico especializado.