
La cita entre Jacqueline y Aitor en el programa First Dates ha estado cargada de intensidad, energía desbordante y un sinfín de diferencias que hicieron imposible un segundo encuentro. Jacqueline, una joven argentina residente en Madrid desde hace tres años, se presentó como una persona muy activa y apasionada por generar contenido en redes sociales. “Siempre estoy muy arriba”, le confesó a Carlos Sobera mientras pedía una bebida sin alcohol para evitar sobreestimularse. Su presencia en el restaurante no era casual: actualmente graba y publica en redes sociales sus fallidas experiencias amorosas, que suman hasta cuatro citas desastrosas por semana.
En busca de un hombre romántico, detallista e inteligente, Jacqueline asegura que durante una cita ya imagina a su acompañante como futuro esposo y padre. Aitor, sevillano, admitió que nunca ha estado verdaderamente enamorado. Le gustan las mujeres bajitas y con ciertas preferencias físicas, algo que Jacqueline no pasó por alto. El primer choque llegó al hablar de alimentación: ella es vegetariana convencida y dejó claro que no consume “nada que haya respirado antes”, mientras que él se confesó fanático de la carne. “Me parece terrible”, sentenció la joven, que vive con dos chihuahuas y dos conejos.
La conversación avanzó rápidamente hacia temas serios. Jacqueline preguntó si quería casarse y tener hijos. Aitor respondió que solo lo segundo, calificando el matrimonio como “postureo”. Ella no tardó en preguntar: “¿No te casarías conmigo?”, provocando que él frenara la charla: “Nos tenemos que conocer”.
“¿Has tenido algo con ellas?”

Durante la cena, los solteros vivieron un momento de intensidad al hablar de las amigas de Aitor. La de 30 le ha preguntado si tenía muchas amigas, y ante su afirmación, no ha podido decirle si eran de verdad: “Pero, ¿has tenido algo con ellas?”. Él ha sido lo más sincero que podía y le ha respondido con la mirada y elevando los hombros, dando a entender que con alguna de ellas sí había tenido algo.
Debido a su respuesta, su acompañante se ha sorprendido y ha asumido que “me voy a tener que preocupar”. Él se ha intentado justificar y le ha hablado de su mejor amiga, con la que alguna vez se ha dado un beso: “Ella no va a venir a la boda”, ha sentenciado. “Cómo no va a venir a la boda si es mi mejor amiga”, ha dicho Aitor poniéndose en el supuesto. Seguidamente, ella le ha acusado de haber “hecho de todo”, argumentando su posición.
En el confesionario, el de 28 se ha sincerado con respecto a qué pensaba de su acompañante. “Soy una persona intensa, necesito una persona que me calme. Si es igual... Veo su intensidad, veo la mía, yo no sé si acabaríamos bien”. Además, tras la conversación tan efervescente ha comenzado otro momento incómodo cuando Jaqueline le ha preguntado cómo puntuaría esa cita. Y es que, Aitor la ha puntuado como un “7,5 u 8″, algo que no ha sido suficiente para ella porque “yo no veo que haya nada” con esa puntuación. Sin embargo, él no lo ve así al ser el primer encuentro, pues “todavía” tienen que conocerse más.
“Todavía no la ha visto, no sabe si tiene cara de Roberta o Roberto”

Dejando a un lado los dos puntos de inflexión de la cita, el tema de conversación ha cambiado para pasar al tema del sexo. “¿Cómo te gusta? ¿Eres romántica, fogosa...?“, ha ido al grano el sevillano. Ella ha sido clara y le ha comentado que es ”una playboy", pero, en cambio, a él lo ve más relajado: “Te veo tranquilito. Como que en tu vida eres una princesita dentro. Como que tienes algo pequeño dentro...”, ha dejado caer la soltera. No obstante, él solo le ha recordado el dicho: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces. No voy a entrar a ese juego”. Algo que ella se ha tomado como un mini ataque y le ha explicado que ella no presume de nada.
“Tengo mucha personalidad para él, no va a poder conmigo. Es cuestión de química, soy inaguantable”, ha zanjado ella en el confesionario del amor. A continuación, Jaqueline le ha comunicado a su acompañante que “me gustaría llamarlo como una princesa como, princesa Roberta”, ha expresado. A lo que él simplemente ha dicho entre risas en el confesionario que “todavía no la ha visto, no sabe si tiene cara de Roberta o Roberto”. Al finalizar la cena, Aitor ha decidido invitar a su cita, una acción que le ha gustado mucho, pero que no ha sido suficiente para tener un final feliz juntos.
Una vez han tenido que tomar la decisión final, ella le preguntó si se lo había pasado bien y si le había sorprendido, a lo que él respondió con sinceridad que “tu intensidad es abrumadora”. El comentario fue bien recibido por Jaqueline, ya que ella misma sabía que él no podría aguantarla. “No quiero una segunda cita, pero me caíste superbién y hay mucho potencial para gustar a alguien que sí te guste”, le ha asegurado ella. Mientras que él ha afirmado: “En este caso pienso como ella, y como amigos pienso muy bien, pero más allá va a ser complicado. Yo también soy muy intenso e íbamos a chocar”. Una respuesta que ella ha aplaudido por que según ha explicado, “hoy en dia los hombres dicen que si sin medir las consecuencias. Nos vemos luego, porque me va a llamar obvio”.