
Un nuevo estudio de la Federación Estatal LGTBI+ advierte de un aumento significativo en las agresiones físicas y verbales contra personas del colectivo en España, que han pasado del 6,8% al 16,2% en el último año, un incremento que coincide con el “auge de discursos de odio y una respuesta institucional insuficiente”. Según el informe Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025, el 20,3% del colectivo ha sufrido acoso, ya sea mediante insultos, aislamiento social o coacciones en el entorno digital, lo que equivale a 819.000 personas, mientras que la discriminación, tanto en el empleo como en el acceso a servicios o la vivienda, alcanza al 25,2%, 1,2 millones de personas, teniendo en cuenta que la población LGTBI+ en el país se sitúa en unos 5 millones.
“Nos enfrentamos a una normalización alarmante del odio, amplificada por discursos políticos que legitiman la violencia simbólica y allanan el terreno para la violencia física”, ha señalado este miércoles Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, durante la presentación del estudio. “Estamos hablando de derechos fundamentales y de vidas que hoy están en riesgo por una impunidad que no podemos seguir permitiendo”, ha añadido.
El informe, basado en una muestra de 800 entrevistas realizadas por 40dB, indica que las personas entre 25 y 34 años, especialmente las personas trans y aquellas con menos recursos económicos, son las más expuestas al odio: un 23,7% de este grupo ha sido víctima de agresiones y el 35,6% ha sufrido discriminación. La edad, la precariedad y la identidad de género son precisamente los principales factores que incrementan la exposición al odio.

Los espacios más inseguros son los cotidianos
Los espacios cotidianos como la calle, centros de enseñanza y el ámbito familiar son los lugares donde se producen más agresiones y acoso, si bien el informe advierte de que estos abusos son aún más frecuentes en municipios de menos de 10.000 habitantes. Sin embargo, pese a la gravedad de los datos, la infradenuncia sigue siendo elevada, con un 46% de las víctimas que no acude a las autoridades, principalmente porque existe la percepción entre el colectivo de que “no servirá de nada” y el temor a no ser creído. Así, el estudio constata que “la confianza en las instituciones ha disminuido, reflejando una percepción de retroceso en la lucha contra la LGTBIfobia”.
“Estos datos no solo retratan una realidad insoportable, sino que también señalan con claridad lo que está fallando. Sin recursos, sin formación obligatoria en derechos humanos y sin una legislación que se posicione contra los discursos de odio, seguiremos sumando víctimas. Es hora de dejar de mirar para otro lado”, ha estimado Iglesias.
Recomendaciones urgentes
Por todo ello, desde la Federación Estatal LGTBI+ han lanzado varias recomendaciones urgentes, como la aprobación de un Pacto de Estado contra los discursos de odio, la implementación efectiva de leyes LGTBI+ y Trans, y la educación en diversidad, además de que destacan la necesidad de sancionar los discursos que deshumanizan al colectivo.
“Este informe es una radiografía de la impunidad con la que hoy se puede agredir a una persona LGTBI+, pero también es una hoja de ruta para prevenir y revertir esta situación”, ha concluido Iglesias.