El caso de Gloria Martínez: se escapó de un psiquiátrico en 1992 donde ‘Aquí no hay quien viva’ rodó un episodio

Se desconoce si los productores conocían la historia que hay detrás del complejo psiquiátrico

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El psiquiátrico donde Gloria Martínez
El psiquiátrico donde Gloria Martínez escapó y donde 'Aquí no hay quien viva' grabó un episodio. (Imagen Composición Infobae)

Hay series que nunca pasan de moda, y sin duda, ‘Aquí no hay quien viva’ es una de esas que se queda grabada en la mente de los telespectadores. Y es que, aunque hayas visto sus episodios hasta el punto de saberte los diálogos, más allá de los “¡Qué mona va esta chica siempre!”, o “¡Qué follón!”, seguro que no te has dado cuenta la historia que esconde uno de los episodios mejor valorados por la audiencia.

Todo transcurre en el capítulo 33 de la tercera temporada. Llamado ‘Érase unas vacaciones’, Rafael, el padre de Lucía, invita a los vecinos a pasar una semana de vacaciones en un complejo de bungalows en Benidorm. No obstante, es un engañoso plan para desalojar el edificio y quemarlo.

Los vecinos, que viajan entusiasmados, se encuentran a su llegada que el complejo era en realidad una residencia de ancianos, pero que Rafael ha comprado para construir un maravilloso hotel de vacaciones. Hasta aquí todo normal, o al menos, para quien no conociera la historia oculta detrás de este lugar.

Un misterio sin resolver

El 30 de octubre de 1992, Gloria Martínez, una adolescente de 17 años de edad, se fugó de una clínica de reposo para pacientes con problemas psiquiátricos, la Clínica Torres de San Luis, una fortaleza de 12.500 metros cuadrados rodeada de bosque y de un muro de 2,5 metros de altura.

Fue ingresada pocas horas antes por recomendación de su psiquiatra particular, la doctora María Victoria Soler, que también era una de las propietarias del sanatorio. Inteligente, estudiaba séptimo de piano, pero nunca terminaría ese curso. Se la diagnosticó problemas de insomnio.

Una vez allí fue fuertemente sedada y atada bocabajo en su cama hasta un total de 3 veces en menos de 10 horas por dos enfermeras del centro que cumplían órdenes de la Dra. Soler. Pero, en un descuido, descalza, saltó por la ventana de su habitación y desapareció en la oscuridad de la noche cuando iban a sedarla y atarla de nuevo.

Entre innumerables hipótesis y testigos que dijeron haber visto a Gloria, el caso quedó sin resolver con una condena para la clínica de 104.000 euros.

De vuelta a la pantalla

Fue un caso que estremeció a la comunidad de Alicante. Su barrio, La Florida de Alicante, decidió poner su nombre a la calle donde está el domicilio familiar, pero más tarde fue rebautizado por la Ley de Memoria Histórica. Hoy en día, Gloría continúa apareciendo en el portal de SOS Desaparecidos.

Trece años después, los televidentes se dieron cuenta de que era el mismo lugar donde los vecinos de Desengaño 21 fueron a pasar unos días de vacaciones. Es fácilmente reconocible por el tobogán de caracol con azulejos blancos y azules en el medio de la piscina.

Tobogán en medio de la
Tobogán en medio de la piscina de la clínica Torres de San Luis. (Imagen: X)

Se desconoce si el equipo de producción conocía la historia que hay detrás del lugar, pero se trata de una de las desapariciones más extrañas sucedidas en las últimas décadas de España.

La versión del personal psiquiátrico es que Gloria saltó por la ventana y echó a correr con lo poco que llevaba puesto y sin gafas, un dato importante, ya que la joven sufría de miopía (ocho dioptrías en cada ojo). No obstante, nunca se ha podido demostrar qué es lo que verdaderamente sucedió aquella noche.