
Cuidar de nuestras relaciones personales es cuidar de nuestra salud mental, ya que las personas con las que compartimos nuestro tiempo influyen en gran medida en cómo nos sentimos y cómo miramos el mundo y a nosotros mismos.
Rodearse de personas buenas con las que conversar, desahogarse, divertirse, llorar y ser uno mismo resulta fundamental para el bienestar mental. Sin embargo, no siempre es fácil conocer cuándo una persona está siendo honesta o no con nosotros. Erin Sánchez es psicóloga y recoge algunas de las señales que indican si una persona se caracteriza por su honestidad.
Son coherentes
Las personas honestas suelen actuar con coherencia. Su conducta se corresponde con las cosas que dicen o defienden, no hay contradicción en sus expresiones. Además, esta coherencia también empuja a que los demás piensen que estos individuos dicen la verdad y lo que realmente piensan.
No hacen nada que no querrían
Aunque a nivel social está considerado positivamente actuar en según qué ocasiones por compromiso, las personas honestas tienden a romper a veces con lo establecido. Estos individuos deciden no realizar acciones que realmente no quieren hacer o no les apetece, pues no les preocupa “no quedar bien”.
No están en relaciones en las que realmente no quieren estar
Como explica la psicóloga, del mismo modo que no harían nada que no les apeteciera, tampoco siguen en relaciones en las que realmente no quieren estar. Si una persona es honesta con los demás y consigo misma, optará por finalizar sus relaciones (ya sea de pareja o amistad) las cuales considere que no les llenan lo suficiente. Así, prefieren ser sinceros con la otra persona y acaban con el vínculo.
No toleran las mentiras
Las personas honestas no toleran las mentiras. Por ello, siempre actúan con la verdad y esperan de los demás lo mismo. Es decir, no toleran que alguien les mienta ya que la sinceridad es un valor crucial para ellas. Como expresa Sánchez, no se mienten ni a sí mismos ni al resto.
Son tranquilos mentalmente
Al actuar según sus pensamientos y sus creencias, estas personas suelen tener la conciencia tranquila y sentirse mentalmente en paz. Esta actitud se extrapola y se puede incluso observar desde fuera, ya que la persona honesta se encuentra tranquila consigo misma, por su manera de comportarse y por las cosas que expresa.
Cumplen con sus compromisos
Las personas honestas suelen cumplir con sus compromisos y no faltan a su palabra. Esto se debe a esa lucha por mantener una coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. A nivel social, las personas comprometidas son muy bien vistas ya que cumplen con lo que prometieron. Esto les transmite seguridad y profesionalidad, especialmente en el ámbito laboral.
Defienden aquello en lo que creen
En esta línea de la coherencia, la psicóloga Erin Sánchez explica que una persona honesta lucha por aquello en lo que cree de manera directa. Que no teman la confrontación no quiere decir que falten el respeto, sino que no sienten miedo a decir lo que para ellos es la “verdad”. Son personas muy comprometidas con sus creencias.