
El número de alumnos de nacionalidad extranjera matriculados en enseñanzas no universitarias en España durante el curso 2023/2024 ha superado por primera vez el millón, con un incremento de 79.950 estudiantes respecto al curso anterior. Según datos del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, el total de estudiantes matriculados fue de 9.264.743, lo que representa un aumento de 22.479 alumnos (+0,2 %) en comparación con el año anterior.
En cuanto a la distribución por titularidad de los centros, el 69,3 % del alumnado cursó estudios en centros públicos y el 30,6 % en centros privados, proporciones que se mantienen respecto al curso precedente. Por origen, la mayoría del alumnado extranjero procede de Marruecos (203.784), Rumanía (199.322) y Colombia (94.174), países que encabezan la lista de nacionalidades con mayor presencia en el sistema educativo español.
Factores que explican el aumento

Entre los factores que explican este crecimiento se encuentran tanto la movilidad internacional como las políticas educativas que garantizan el acceso equitativo a la educación. En el caso del alumnado marroquí, que representa el grupo más numeroso, influyen tanto la cercanía geográfica como diversos programas de apoyo y cooperación que facilitan su integración educativa y social.
Uno de los principales recursos disponibles es el programa de becas MAEC-AECID, impulsado por el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Estas becas están dirigidas a estudiantes de países en desarrollo y se centran en estudios de posgrado, másteres, doctorados e investigaciones en instituciones españolas. Las ayudas cubren gastos de matrícula, manutención, seguro médico y, en algunos casos, desplazamiento.
Además, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ofrece ayudas a estudiantes con residencia legal en España, independientemente de su nacionalidad. Estas becas, aplicables tanto a estudios universitarios como no universitarios (como la Formación Profesional), se otorgan en función de criterios económicos y académicos, y pueden cubrir matrícula, transporte, material escolar, comedor, alojamiento y otras necesidades específicas.
En el marco de acuerdos bilaterales entre España y distintos países, también se desarrollan programas educativos que permiten al alumnado extranjero acceder a instituciones educativas españolas en condiciones ventajosas. En algunas ocasiones, estos programas están cofinanciados por los países de origen o se articulan a través de convenios con universidades que reservan plazas para estudiantes internacionales.
Asimismo, las personas solicitantes de protección internacional —incluidos refugiados y solicitantes de asilo— pueden acceder a ayudas específicas para su formación. Estas medidas incluyen desde cursos de lengua hasta el acceso gratuito a la educación y apoyo material, como becas de manutención o alojamiento.
Interculturalidad en las aulas
Además de los apoyos económicos, España promueve la inclusión educativa y la diversidad cultural mediante programas como el de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM), fruto de la cooperación bilateral entre los gobiernos de España y Marruecos. Este programa se implementa actualmente en centros de Educación Primaria y Secundaria de doce comunidades autónomas: País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, La Rioja, Región de Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura, Islas Baleares y Madrid.
El objetivo del PLACM es ofrecer al alumnado de origen marroquí y a otros estudiantes interesados la posibilidad de aprender la lengua árabe y conocer aspectos de la cultura marroquí, fortaleciendo así la identidad cultural del alumnado y fomentando la convivencia y el respeto entre culturas. En algunos centros, como el CEIP Nuestra Señora del Carmen de Lo Pagán (Murcia), se han integrado contenidos relacionados con la cultura del país de origen del alumnado, en el marco del currículo y con fines pedagógicos.
Según el Ministerio, los objetivos del programa incluyen la enseñanza de la lengua y cultura marroquí, la promoción de la inclusión escolar y sociocultural, el fomento de valores como la tolerancia y la solidaridad, así como la cooperación con las familias y la mejora de la comunicación entre estas y el profesorado.