El programa La Revuelta sabe sacar partido a todo lo que sucede y el programa de este martes ha sido un nuevo ejemplo de ello. Más allá de contar con la presencia de Arturo Valls y Faustino Oro, “el mayor prodigio del ajedrez en muchísimo tiempo”, el espacio de TVE también ha hecho hueco a las secciones habituales de LalaChus y Jorge Ponce, que ha cambiado la escaleta para introducir un ‘problema’ que se ha encontrado el formato.
Ha sido al inicio del programa, en esos minutos previos a que finalice el horario de protección infantil, en los que deben cuidar el lenguaje. La conversación de David Broncano, el presentador, con una de las espectadores derivó a los juguetes sexuales, palabra que se escuchó con un pitido en la emisión de La 1. Tras hablar con eufemismos y alegorías, Jorge intervino para detener la conversación.
“¿Qué pasa? ¿Jorge ahora de golpe?“, ha preguntado David, a lo que el también director de La Revuelta ha explicado que el corte se debía a que “hay que proteger al espectador”.
“No son ni las diez de la noche y ya estáis hablando de guarrerías”, reprochaba Ponce, que lograba una disculpa tímida de la chica del público: “lo siento mucho”, afirmaba. Era entonces cuando explicaba que los espectadores de televisión Española tienen una herramienta para hacer llegar sus sugerencias y quejas sobre La Revuelta. “Estoy velando por el programa. Aquí tenemos una defensora del espectador, Rosa María Molló. (...) Si alguien hace algo a algún espectador, va Rosa María y la revienta”, afirmaba en tono jocoso.
Para dejar claro que no era una broma más de Jorge, David Broncano añadía que “es una figura real que existe en Televisión Española y se llama ‘defensora del espectador’. Le mandan emails y cartas”. Y aunque en ocasiones esos mensajes tienen un trasfondo positivo, en general “suelen ser negativos, las cosas como son".
Con los datos en la mano, Ponce desvelaba que “ha habido 7000 comentarios sobre Televisión Española en general en el primer trimestre. Hay muchísimos, para nosotros son como cien". Una cifra que el presentador veía casi adecuada, “no está mal”, aseguraba.
Ponce pasaba entonces a leer algunos de los comentarios para intentar buscar soluciones. “Hicieron comentarios sobre los Miguelitos de la Roda que no le gustan”, decía sobre una de las quejas, que arregló al decir que “Miguelitos de la Roda, lo mejor”.
Otra de las críticas era que “La Revuelta explicó el método Montessori de forma incorrecta”. Este sorprendió especialmente porque “es como aprender un método saludable de alimentación en el Burger King”. Otro de los espectadores se quejaba de que “el escenario está lleno de cosas tiradas en el suelo y el programa es vulgar”. Sobre lo primero dijeron que era algo “descriptivo” y, de lo segundo, que era algo “subjetivo”.
También hubo reclamaciones que iban directas a David Broncano, pues una persona criticó que no vocaliza bien. “Es que soy de la Sierra de Segura, hablamos rápido, estoy orgulloso y hago lo que puedo. Es verdad que hay veces que se me olvida quitarme el aparato”, explicó el de Jaén.
Para terminar, leyeron una queja que decía que “se crearon expectativas con el programa 100 y fue como cualquier otro día”. Como respuesta, los responsables de La Revuelta enviaron un consejo a su audiencia: “No os esperéis nunca nada especial de nosotros. En la vida en general cuantas menos expectativas mejor”.
