
La monarquía japonesa, una de las más antiguas y misteriosas del mundo, se encuentra atravesando un delicado momento. Este martes, 6 de mayo, el emperador emérito Akihito de Japón ha sido ingresado de urgencia debido a su delicado estado de salud. El marido de Michiko Shoda presenta unos problemas cardíacos que han puesto en alerta a todo el país.
La monarquía japonesa acostumbra a mantener todo lo relacionado con sus miembros en la intimidad. De hecho, son pocos los detalles que se conocen de lo que ocurre de puertas para dentro de palacio, más allá de los problemas que están teniendo debido a la ausencia de hombres que puedan acceder al trono. Y es que en Japón las mujeres tiene prohibido ascender al trono.
No obstante, su gran preocupación ahora es el estado de salud del emperador. Akihito cumplió 91 años el pasado mes de diciembre y, seis meses después, ha tenido que ingresar de urgencia en el Hospital de la Universidad de Tokio para someterse a un examen cardíaco, tal y como han comunicado dese la agencia de la Casa Imperial.

El padre del actual emperador Naruhito, al que vimos abdicando en favor de su hijo en 2019, ha tenido que ser atendido de manera urgente por los médicos sanitarios tras haberle descubierto una irregularidad en su corazón durante un chequeo rutinario.
Michiko, su gran apoyo
El miembro de la realeza nipona estaba siendo atendido en la Casa Imperial cuando los sanitarios detectaron signos de una posible isquemia miocárdica. Se trata de una infección caracterizada por la reducción de flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco, tal y como el comunicado emitido por la agencia de la Casa Imperial. Además, en dicho escrito, aseguran que Akihito no habría presentado ningún tipo de dolor en el pecho, por lo que esta complicación en su salud les tomó por sorpresa.

Es la primera vez que Akihito se encuentra hospitalizado desde al año 2012, cuando tuvo que someterse a una cirugía de bypass coronario tras ser diagnosticado con angina de pecho, por lo que sus problemas de corazón no serían algo de ahora y vienen de atrás.
En el año 2022, se le detectó una “insuficiencia cardíaca derecha causada por una disfunción en la válvula tricúspide”, comenzando un tratamiento basado en medicación y restricciones en la ingesta de líquidos. “Los médicos realizarán exámenes más detallados para evaluar su condición y determinar los próximos pasos en su tratamiento”, comunicaron desde palacio en ese momento.
Ahora, el emperador nipón se encuentra haciendo frente a un nuevo revés en su salud. Un delicado momento en el que se encuentra acompañado de su gran pilar, su esposa Michiko, quien cumplió 90 años el pasado mes de noviembre. La pareja se conoció jugando al tenis y en dos años se comprometieron y pasaron por el altar, siendo todo un flechazo, convirtiéndola en la primera plebeya que pasaba a formar parte del trono del Crisantemo, acabando de esta manera con mil años de tradición. Y es que, antes de su boda y hasta el siglo XX, era habitual que el emperador tuviera una esposa oficial y varias concubinas.