
El jurado del Premio Princesa de Asturias ha concedido al filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han el galardón en la categoría de Comunicación y Humanidades 2025, que reconoce “la labor de cultivo y perfeccionamiento de las ciencias y disciplinas consideradas como actividades humanísticas y de lo relacionado con los medios de comunicación social en todas sus expresiones”.
Nacido en Seúl en 1959, estudió Literatura Alemana y Teología en la Universidad de Múnich, y Filosofía en la Universidad de Friburgo, donde se doctoró en 1994 con una tesis sobre el filósofo alemán Martin Heidegger. Ha sido docente en la Universidad de Basilea (Suiza, 2000-2012) y profesor de Filosofía y Estudios Culturales en la Universidad de Bellas Artes de Berlín, después de haber ejercido en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, al lado de Peter Sloterdijk.
Un filósofo del siglo XXI
Según detalla la Fundación Princesa de Asturias, se le considera “uno de los filósofos contemporáneos más destacados”, por sus reflexiones sobre la “sociedad del cansancio” (Müdigkeitsgesellschaft) y a la “sociedad de la transparencia” (Transparenzgesellschaft), a las que bautiza en su obra. También trata el concepto de Shanzhai, un neologismo con el que identifica los modos de la deconstrucción en las prácticas contemporáneas del capitalismo chino.
Para el jurado, el análisis que realiza a través de la escritura con un discurso crítico y contrario al neoliberalismo, resulta “sumamente fértil y proporciona explicaciones sobre cuestiones como la deshumanización, la digitalización y el aislamiento de las personas". “Su mirada intercultural arroja luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo y ha encontrado un amplio eco entre público de diversas generaciones”, señalan en un comunicado.
Para Han, autor de más de treinta libros, vivimos en la edad de los trastornos neuronales (depresión, síndrome de fatiga crónica, de déficit de atención, hiperactividad…) causados por un exceso de positividad en una sociedad que ha abandonado la reflexión, el retiro, la meditación y que, por tanto, no valora la individualidad. En su obra, defiende que se trata de una sociedad cada vez más dominada por el narcisismo y enferma de pérdida del deseo, en la que nos volvemos progresivamente incapaces de relacionarnos con los demás.
Esta realidad que refleja, le lleva a insistir en la necesidad de recobrar la capacidad de poder decir que no, que no todo es posible, que no todo se puede hacer, que ni siquiera se debe poder intentar. Sin embargo, en sus obras más recientes, ha ampliado su enfoque crítico hacia la sociedad contemporánea, incorporando reflexiones sobre la esperanza y la contemplación.
Siete galardones por delante
Este ha sido el primero de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su cuadragésima quinta edición. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Letras, Ciencias Sociales, Artes, Deportes, Concordia, Investigación Científica y Técnica y Cooperación Internacional.
Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.