La hija mayor del ex futbolista del Real Madrid Emilio Butragueño, Natalia Butragueño, se ha casado este pasado sábado 3 de mayo. El evento tuvo lugar en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Torrelodones. La unión estuvo marcado por muchos momentos bonitos; el vestido de la novia, clásico y espectacular, no dejó a nadie indiferente. Pero sobre todo, el momento más especial llegó cuando Natalia sacó el elemento sorpresa que le dedicaría a su padre, el que tantos años formó parte de la plantilla merengue.
Un vestido clásico y práctico
Por fin ha tenido lugar la boda de Natalia Butragueño. Este pasado sábado 3 de abril tendría lugar el acontecimiento que unió a la familia Butragueño con la familia Poutignat; siendo Samuel Poutignant el afortunado. Jugador de pádel y trabajador en una empresa de tecnología, se ha dado el sí quiero con la hija del ex jugador del Real Madrid.
En cuanto la pareja llegó a la iglesia se pudo ver el increíble vestido que llevaba la novia. Vestido blanco clásico pero con escote a la espalda; la combinación perfecta entre un vestido de época y uno más moderno y arriesgado. Su falda fue de silueta A modificada, adaptándose perfectamente a la silueta del cuerpo de Natalia. La zona posterior del vestido contaba con unas mangas ligeramente abullonadas por el hombro y un escote en forma de barco que favorecía mucho el busto de la protagonista del día.
Además, la larga cola que la acompañaba a cada paso estaba sujeta por unos botones, una elección muy inteligente para poder desprenderse de ella cuando quisiera. Ese fue el caso que se dio cuando pasaron a la celebración, consiguiendo que pudiera disfrutar de los bailes de manera más cómoda.
Detalles que marcaron la diferencia
En cuanto a su peinado, la novia optó por un moño baño con raya al lado, gracias al que no tuvo que pelearse por quitarse ni un pelo de la cara y que le quedaba muy elegante. Además, para hacer este peinado más especial se puso una peineta adornada de flores blancas y un velo de tul con acabado en blonda. La blonda además estuvo presente en otros elementos del vesitdo como el escote o el final de las mangas.
Para que el efecto sorpresa llamara más la atención, la novia tenía que ir entera de blanco. De esa manera, las únicas partes de su clásico conjunto de novia que tenían color, tomarían mucho más protagonismo. En el caso del color que la novia eligió para que destacara por encima de todo lo demás y que además venía con significado especial, fue el azul.
Tanto sus zapatos, de un color oscuro, como su ramo, de hortensias bañadas de un azul más claro, fueron un guiño al equipo en el que tantos años jugó su padre. Además, el ramo contaba con tonalidades amarillas, que también contiene el escudo de su equipo. El Real Madrid, de colores blancos, azules y dorados, fue representado en el día más importante de la vida de Natalia Butragueño.
