George Simion, líder del partido ultranacionalista AUR, se alzó este domingo con la victoria en la primera vuelta de la polémica repetición de las elecciones presidenciales en Rumanía, que fueron anuladas hace cinco meses por injerencias extranjeras, según coinciden varias encuestas a pie de urna al cierre de la jornada electoral. En la segunda y definitiva vuelta, que se celebrará el próximo 18 de mayo, Simion se enfrentará previsiblemente al candidato oficialista Crin Antonescu o al aspirante independiente y actual alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, quienes, según los sondeos, se encuentran prácticamente empatados en la pugna por el segundo puesto.
Según los datos difundidos por el canal de noticias Digi24, el candidato ultranacionalista habría obtenido entre un 30,0 % y un 33,1 % de los votos, mientras que sus principales rivales se sitúan en una horquilla de entre el 21 % y el 23 % del apoyo popular. En cuarta posición se situaría el ex primer ministro socialdemócrata Victor Ponta, ahora convertido en candidato independiente de corte populista, con un respaldo estimado en torno al 15 %. Dado que las encuestas cuentan con un margen de error del 2 %, el resultado definitivo en relación al segundo candidato más votado seguía siendo incierto a la hora del cierre de los colegios electorales, a las 21:00 hora local.
Un 40% de los votos para Simion
El líder de 38 años ha dejado a toda la población de Rumania y de la UE sorprendidos al haber superado los sondeos que le daban entre un 30,0 % y un 33,1 % de los votos. Y es que, Simion ha contado con el 40,94% de los votos, según mostraban los datos oficiales, con el 99,99% del escrutinio. De esta manera, el ultranacionalista se ha distanciado del alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, que ostenta el 21%, y del candidato de la coalición gobernante, Crin Antonescu, con 20,09%.
A pocos minutos del cierre de urnas, el líder en la primera vuelta, aseguró que a pesar de los impedimentos, los rumanos “se han levantado, nos estamos acercando a un resultado excepcional”. Y cuando llegue el momento, “estoy aquí para restaurar el orden constitucional”, añadió Simion, quien quedó en cuarto lugar en la contienda del año pasado.
Asimismo, el candidato de AUR anhela "democracia, quiero normalidad, y tengo un único objetivo: devolver al pueblo rumano lo que le fue arrebatado y situar en el centro de la toma de decisiones a la gente común, honesta y digna”.
Durante esta campaña, Simion ha contado con el respaldo del ultranacionalista y prorruso Calin Georgescu, quien sorprendió en la primera vuelta del pasado 24 de noviembre al imponerse contra todo pronóstico. El Tribunal Constitucional rumano anuló el proceso electoral el pasado 6 de diciembre, tan solo 48 horas antes de la entonces prevista segunda vuelta, al considerar probada la injerencia extranjera en favor de Georgescu, especialmente a través de su intensa campaña en redes sociales.
Tanto la Unión Europea como la OTAN —organismos de los que Rumanía forma parte—, así como otros socios occidentales, observan con especial atención y preocupación estas elecciones, de las que podría salir elegido un presidente con posturas populistas, euroescépticas y contrario a las ayudas occidentales a la vecina Ucrania frente a la invasión rusa.
