
Durante dos siglos, el complejo penitenciario de Sennhof (Chur, este de Suiza), fue una de las cárceles más duras del país. Considerada como una de las más estrictas, durante décadas albergó a presidiarios en condiciones cuestionadas por no cumplir con los estándares mínimos de espacio y habitualidad.
Desde abril de 2023, sin embargo, sus muros narran una historia distinta: la de un innovador albergue que fusiona memoria carcelaria con un diseño contemporáneo y una apertura a toda la comunidad.
El nuevo establecimiento, Bogentrakt Hotel, ha sido visitado por Cristina Rodríguez, una influencer que ha vivido la experiencia de dormir en una de las habitaciones que anteriormente fue ocupada por varios presos. “Conservan muchos elementos originales, pero ahora todo es mucho más cómodo”, ha explicado.
El hotel cuenta con 25 habitaciones con capacidad para 70 camas. Las antiguas celdas, de unos 8,5 metros cuadrados, mantienen las puertas blindadas y los pasillos estrechos, aunque se han eliminado las rejas para favorecer la entrada de luz natural.

Un edificio con mucha historia
A pesar de su nueva reconversión, el hotel, antes de ser prisión, ya cumplió otras funciones industriales. En primer lugar, como lechería y después como fábrica de jabón. Su transformación a cárcel fue hace 200 años, hasta su cierre definitivo en 2020.
Con la decisión del cantón de vender el inmueble, Marco Leibundgut presentó una solicitud para convertirlo en un alojamiento turístico. Finalmente, el ayuntamiento aceptó su oferta, por lo que a partir de 2023, el inversor pudo comenzar las obras para remodelar el edificio.
Mucho más que un hotel
Pero el Bogentrakt no solo se limita al alojamiento. En su interior se han habilitado una galería de arte, una floristería, un restaurante y espacios de coworking en la torre protegida por el complejo.
No obstante, los visitantes nacionales e internacionales destacan la experiencia de dormir en una celda transformada, sin perder el carácter austero del pasado. No hay televisores ni minibar: el hotel apuesta por un estilo más minimalista, centrado en la interacción y el uso compartido de las zonas comunes, como la cocina o el salón.
Reconocimientos y otros planes en chur
En febrero de 2025, el Bogentrakt se convirtió en el primer albergue suizo de su tipo en recibir la clasificación oficial de HotellerieSuisse, la principal asociación hostelera del país. Además, ha sido distinguido con el sello de sostenibilidad ibex fairstay por sus prácticas responsables y su apuesta por los productos locales.
El hotel está en pleno casco histórico y a diez minutos a pie de la estación de tren de Chur, la ciudad más antigua de Suiza, con más de 5.000 años de antigüedad, ha señalado Cristina.
De ahí sale “uno de los viajes en tren más épicos del mundo y patrimonio de la humanidad”, el Bernina Express, ha indicado la creadora de contenido.
Por su parte, el Bogentrakt es descrito en su página web como ejemplo de “resignificación del pasado”, un lugar donde la memoria arquitectónica no se borra, sino que se transforma. Hoy, la antigua cárcel de Suiza se presenta como un entorno de libertad, creatividad e intercambio social.