Un farmacéutico explica por qué las mujeres sufren más efectos secundarios con los medicamentos: “Apenas se tienen en cuenta otros factores”

La diferencias biológicas y hormonales entre hombres y mujeres provocan que los síntomas también sean diversos

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Foto de archivo de un
Foto de archivo de un profesional de Farmacia Hospitalaria adquiriendo un medicamento. (Remitida/Handout por Hospital Virgen Macarena)

Los médicos recetan los medicamentos y sus cantidades en función de varios factores, como la duración del tratamiento, la posible interacción con otros fármacos o las características del paciente: el peso y a talla, la edad (ya que los niños y los ancianos metabolizan los fármacos de forma diferente) o el estado general de salud (por ejemplo, la presencia de enfermedades hepáticas, renales o cardíacas afectan el procesamiento del medicamento).

Tal y como destaca a través de un vídeo recientemente publicado en su cuenta de TikTok Guillermo Martín, un profesional de la salud conocido en internet como Farmacéutico Enfurecido, “las mujeres sufren efectos secundarios con mayor frecuencia” cuando toman medicamentos. Esto, tiene una explicación y esclarece una cuestión dentro de la medicina que, aunque a lo largo de los años ha ido cambiando, todavía no ha evolucionado hasta donde tiene que llegar.

El problema de las dosis entre hombres y mujeres

“La mayoría de dosis comercializadas no están ajustadas para mujeres”, destaca el farmacéutico. De forma general, los tratamientos “se ajustan en función del peso”, pero apenas se tienen en cuenta otros factores" que también son importantes en este sentido, “como puede ser el metabolismo o la distribución”.

Esto provoca que las dosis no se adapten a las mujeres, que no los metabolizan de la misma manera y pueden sufrir mayores efectos al recibir cantidades que no están ajustadas a sus condiciones y necesidades. Guillermo Martín pone el ejemplo de uno de los medicamentos más utilizados, el paracetamol: “La dosis máxima en mujeres debería ser 650 mg; sin embargo, la que más se les receta es de 1.000 mg, aumentando así el riesgo de efectos secundarios”.

Tableta de pastillas
Tableta de pastillas

Esto fue lo que pasó también con el zolpidem, un somnífero cuya dosis estándar era la misma para hombres y mujeres, 10 mg. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que opera en Estados Unidos, obligó a reducir la cantidad para las mujeres después de que algunos estudios descubriesen que estas eliminaban el zolpidem más lentamente y que tenían concentraciones más altas en sangre por la mañana.

Esto les causaba efectos adversos al día siguiente, como somnolencia residual o dificultar para concentrarse, lo que podía ser un problema para la conducción. Los ensayos clínicos originales no habían incluido un número suficiente de mujeres o su respuesta no se analizó por separado, lo que provocaba que el medicamento no estuviese ajustado a ellas y debiesen seguir el patrón pautado para los hombres. Esto conllevaba sobredosificaciones.

Diferentes respuestas a un mismo tratamiento

Las mujeres y los hombres reaccionan de forma distinta ante los tratamientos por diferencias biológicas y hormonales: el peso corporal, el porcentaje de grasa, la función hepática y la actividad enzimática. Además, influyen las fluctuaciones hormonales, pudiendo alterar la eficacia y los efectos secundarios de los fármacos.

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Existen también diferencias en la respuesta inmunitaria: las mujeres tienden a tener un sistema inmunitario más reactivo, lo que puede hacerlas más susceptibles a efectos secundarios como reacciones alérgicas o autoinmunes.

Durante décadas, la medicina ha ignorado las diferencias de sexo en la investigación clínica, por lo que se han invisibilizado los síntomas específicos femeninos o se ha minimizado su experiencia con ciertos tratamientos. Y esto tiene un efecto en su salud.