
Dicen los datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística que 2 de cada 10 españoles en edad laboral está preparándose una oposición o se plantea muy seriamente empezar a hacerlo.
La sensación de que las personas que tienen una plaza fija en la Administración Pública viven unas condiciones laborales absolutamente incomparables frente al sector privado se ha instalado en el imaginario general de nuestro país, junto con la idea de que es posible aspirar a ello, y que solamente hay que sacrificar cierto tiempo para lograrlo.
Es cierto que lo idóneo sería que todas las personas que trabajan, sea en el sector público o en el privado, tuviesen unas buenas condiciones laborales, con un salario digno, unos horarios flexibles y una conciliación real con la vida privada y el tiempo libre. Pero la realidad en el mundo empresarial es otra, y por desgracia está plagada de extralimitaciones, de sueldos a fin de mes que no se corresponden con la preparación y la experiencia de los trabajadores, y, sobre todo, de muchas personas que lo aceptan porque tienen vocación y sueñan con crecer en el ámbito profesional que una vez eligieron.
No obstante, algo ha empezado a cambiar. Y es que cada vez más gente de todas las edades toma la decisión de alargar un poco más su vida estudiantil para preparar una oposición, de los cientos que existen en ámbitos tan variados como la Justicia, la Sanidad, la Educación, la Administración General del Estado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, o las que hay específicamente dependiendo de la comunidad autónoma o de los ayuntamientos y entes locales.
En un contexto muy específico, que es el que viene tras la reciente publicación del borrador de la Oferta de Empleo Público para este año 2025, Infobae España ha hablado con Loly Valiñas, directora de Opostal: una academia online de oposiciones en materias muy variadas que trabaja desde hace 5 años, pero cuyos docentes tienen una experiencia de muchas más décadas.
Loly Valiñas cree firmemente que hay que mostrar a las personas más jóvenes que las oposiciones son el broche de oro a una buena carrera académica, y que la estabilidad económica puede llegar mucho antes de lo que pensamos si eliges el camino adecuado.
-Pregunta: Hay muchas personas que creen que opositar conlleva un sacrificio difícil de combinar con otras actividades, y no se lo plantean porque tienen que seguir trabajando. ¿Qué implicación real puede tener una oposición en la vida de alguien?
-Respuesta: La mayor parte de los alumnos que nosotros tenemos a día de hoy en nuestra academia, preparándose una oposición, están trabajando a la vez. Es cierto que hay oposiciones muy duras, algunas del grupo A1, por ejemplo, que conllevan un gran número de horas de estudio al día. Pero hay oposiciones de todo tipo, y nosotros lo que intentamos es trabajar mucho la gestión emocional, y orientar a cada persona a un ámbito dentro del mundo de las oposiciones que le motive, para el que quiera emplear cierto tiempo al día, y con el que pueda entrar en la Administración lo antes posible, porque a partir de ahí se puede ir subiendo por promoción interna poco a poco, y llegar mucho más lejos.
-P: ¿Es notorio el aumento del interés por sacarse una oposición de unos años a esta parte, como dicen, efectivamente, las encuestas?
-R: Sí, desde luego que sí. Nosotros lo hemos notado mucho. Y el motivo, bajo mi punto de vista, es muy evidente. Hay una inestabilidad económica cada vez más grande, y a los más jóvenes cada vez les cuesta más esfuerzo insertarse en el mundo laboral. Y nosotros, aunque tenemos alumnos de todas las edades, sobre todo tenemos gente de entre 35 y 45 años, que ya probaron en la empresa privada y van dándose cuenta de que todo se les complica mucho. No pueden conciliar, no tienen estabilidad, hoy trabajan en Madrid y mañana en su trabajo les mandan a Cantabria. Quieren una familia y no pueden tenerla porque no se lo pueden permitir. Quieren pagar una hipoteca para tener una vivienda digna y no les conceden un préstamo porque han tenido que ir cambiando de trabajo muy a menudo en los últimos años. La solución a todo esto es, obviamente, el empleo público. Yo me he dado cuenta de que la gente, en general, lo que quiere es calidad de vida.

-P: ¿Cuál es la oposición por la que más gente se interesa cuando contactan con vosotros?
-R: Todas las de Administración General del Estado. Estas son, sobre todo, las de administrativos, gestión o auxiliares. Aunque ahora hay un boom, desde hace más o menos dos años, con las oposiciones a la Seguridad Social, porque además los sueldos ahí son más elevados. Pero a mí me gusta decir siempre que la oposición tiene que encajar en tu vida y no al revés, y esto quiere decir que, dependiendo del tiempo que tengas, tendrás que elegir un tipo de oposición u otra.
-P: Acabas de comentar que, aunque tenéis alumnos de todas las edades, sobre todo abunda la gente de entre 35 y 45 años. ¿Podrías hacernos un perfil, desde vuestra experiencia, sobre el tipo de persona que está actualmente opositando?
-R: Sí, desde luego yo lo tengo clarísimo. Si bien es cierto que nos gustaría salirnos de un patrón que es muy común en nuestra academia, precisamente por esto que digo de que hay que abrirle los ojos a la gente para que opositen y tengan una mejor calidad de vida, la realidad es que un 75% de nuestro alumnado son mujeres, están casadas y/o tienen hijos, o sea tienen cargas familiares, y además trabajan. ¿Qué te parece? La primera sensación es la de que no hay tiempo en su día a día para, encima, sacarse una oposición. Pero aquí se trata de luchar precisamente para tener tiempo en el futuro.
-P: ¿Qué otros perfiles os gustaría que cada vez fuesen llegando más a prepararse una oposición con vosotros?
-R: Nosotros tenemos mucho interés en que la gente más joven, los que acaban de terminar de estudiar en la Universidad, se decidan y no tengan que pasar por malas experiencias en la privada para llegar años después y plantearse hacer una oposición. Porque la gente que acaba de terminar una carrera como Derecho, por ejemplo, o como Administración de Empresas, y que tiene toda la información muy fresca, y además un método de estudio que todavía no se les ha olvidado, podrían cerrar sus estudios con un puesto fijo en la Administración, y que eso les permitiese emanciparse antes, iniciar sus proyectos de vida, de familia, o tener tiempo para viajar y vivir.
-P: Se ha publicado muy recientemente el borrador de la Oferta de Empleo Público de este año, y parece que este es otro de los motivos por los cuales mucha gente se plantea empezar a opositar. ¿Qué nos puedes contar sobre esto?
-R: Como de momento se trata de un borrador, y todavía no hay ninguna información oficial, no se pueden dar datos específicos sobre cuántas plazas o qué novedades va a traer la Oferta de Empleo Público de este año. Lo que sí te puedo decir es que va a ser igual o un poco mejor que lo que se ofreció el año pasado, en 2024. Y hay que tener en cuenta que el año pasado se crearon 20.840 plazas de ingreso libre, y otras más de 3.000 plazas que venían de anteriores ofertas de empleo público. Pues este año probablemente va a haber más plazas, porque está sucediendo algo muy específico, que es que, de aquí a 10 años, el 55% de las personas que a día de hoy son funcionarios del Estado se van a jubilar. Más de la mitad. Estos son datos públicos, se pueden consultar porque vienen de un estudio del Ministerio de Función Pública del año pasado. Y precisamente porque va a hacer falta mucha gente nueva, y también porque se necesita gente joven, con habilidades tecnológicas para que la Administración también se pueda ir digitalizando, cada vez se van a ofertar más plazas.

-P: Ahora que has hablado de la digitalización, ¿qué tal es llevar una academia completamente online? ¿Notáis mucha diferencia con respecto a vuestra experiencia preparando oposiciones presencialmente?
-R: Para nosotros, el gran paso se dio, como en muchas otras cosas, cuando llegó la pandemia. Aunque ya habíamos hablado antes del mundo online, la realidad es que nosotros éramos una academia con un trato muy cercano con nuestros alumnos. Les acompañábamos a los exámenes, les arropábamos y estábamos siempre con ellos. Porque el opositor es un perfil que no es como un estudiante de otra cosa, necesita mucho mimo, mucha motivación y un apoyo constante. Es un momento muy vulnerable, y la verdad es que teníamos miedo de que a través de una pantalla se perdiese esa relación estrecha. Por suerte no fue así, y nos está yendo de maravilla. Y no hemos perdido esa relación que nos gusta tener con nuestros alumnos, donde antes de entrar en materia nos tomamos un tiempo para conocerles, para ayudarles a decidir qué oposición es la que más encaja con ellos. Hay gente que no está preparada para estar de lunes a viernes sentada en una oficina. Y por eso hay oposiciones como las de Correos, o como las de Adif. Hay muchas opciones, pero todas tienen en común que son una garantía de calidad de vida. De entrar por la puerta grande.