
El apagón eléctrico que afectó este lunes a la península Ibérica ha sido el más grave registrado en España, tanto por su extensión como por el número de afectados, según los reportes oficiales. La interrupción del servicio alcanzó a prácticamente toda la población del territorio peninsular, quedando exentas las islas Baleares, islas Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Hasta la fecha, el precedente más reciente de una interrupción eléctrica de gran magnitud ocurrió el 24 de julio de 2021, entre las 16:30 y las 17:00 horas. En esa ocasión, una avería dejó sin suministro eléctrico a cientos de miles de hogares durante aproximadamente 45 minutos en regiones como Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón, Navarra, País Vasco, Castilla y León, Extremadura y Murcia. La compañía Red Eléctrica Española (REE) informó que la causa fue un incidente con un hidroavión que afectó la red francesa de muy alta tensión, provocando la desconexión temporal de la península del resto de Europa.
Otro apagón de gran escala ocurrió el 4 de noviembre de 2006, cuando una avería afectó a unos diez millones de personas en nueve países europeos, entre ellos España, Alemania, Austria, Bélgica, Croacia, Francia, Holanda, Italia y Portugal. En España, las regiones afectadas fueron Madrid, Cataluña, Valencia, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Según la compañía alemana de suministro energético E.ON, “cálculos humanos falsos” provocaron el apagón, descartando fallos técnicos en la red de Baja Sajonia, en el norte de Alemania, donde se originó el corte.
El 14 de octubre de 1987 más de ocho millones de personas quedaron sin electricidad durante tres horas en zonas como Cataluña, Valencia, País Vasco, Extremadura y Aragón, debido a una explosión en la central eléctrica de Sant Menat, en Barcelona.

A lo largo del siglo, se han registrado otros cortes relevantes, aunque de alcance regional. En diciembre de 2001, un temporal hizo que la demanda de electricidad alcanzara los 35.500 megavatios, llevando a REE a solicitar a las compañías que redujeran su suministro en Madrid, Valencia y Murcia durante la hora punta de consumo.
El 26 de julio de 2004, una avería en la línea de alta tensión Trocadero-Matagorda dejó sin suministro a 1,2 millones de personas en los 44 municipios de la provincia de Cádiz. El corte afectó también a las comunicaciones móviles y fijas y, en la ciudad de Cádiz, la falta de luz se prolongó por 15 minutos.

Pocos meses después, el 22 de noviembre de 2004, un cortocircuito en un generador de la central hidráulica de Guillena, en Sevilla, dejó sin electricidad a cerca de un millón de personas en las provincias de Sevilla, Huelva y Badajoz durante tres horas. En fechas cercanas, un incendio en la subestación del Cerro de la Plata provocó un apagón que afectó a 250.000 personas en Madrid, causando severos problemas de tráfico.
El 23 de julio de 2007 se registró un apagón prolongado en Barcelona, que en algunos casos duró hasta cuatro días y afectó a más de 300.000 usuarios. El incidente comenzó con la caída de un cable de Fecsa-Endesa sobre instalaciones de REE, lo que derivó en un incendio en la subestación de Maragall. Este corte desconectó el 70 % de los semáforos, interrumpió líneas de metro y ferrocarril, y obligó a suspender operaciones quirúrgicas. Aproximadamente 100.000 personas pasaron una noche sin electricidad.
Por este último incidente, la Generalitat de Cataluña impuso una multa de diez millones de euros a Red Eléctrica y Endesa.
(Con información de EFE)