
Una motocicleta Honda CR 500 de 2001, que nunca llegó a ser retirada de su embalaje original y tuvo en su momento un precio de venta de 5.900 dólares, ha sido subastada por la sorprendente cifra de 69.000 dólares. Según una información del medio especializado Motorpasión Moto, la cifra alcanzada en la subasta permitiría adquirir hasta 13 motocicletas nuevas del mismo modelo al precio original.
La motocicleta, que fue fabricada en Japón y enviada a Estados Unidos, ha permanecido intacta durante más de dos décadas y es que este vehículo nunca fue utilizado ni expuesto a la luz del día. Inicialmente, estuvo almacenado en la casa del comerciante que la adquirió, y posteriormente pasó a formar parte de la colección de un museo en Nueva Inglaterra. Este estado de conservación excepcional, junto con la relevancia histórica del modelo, ha sido clave para que su valor se dispare en el mercado de coleccionismo.
Un ícono de los años 80 y 90
Según explica este medio, la Honda CR 500 es considerada una de las motocicletas más emblemáticas de su época. Lanzada en 1984, este modelo fue diseñado para dominar el mundo del motocross, y lo consiguió con creces. Durante una década, entre 1984 y 1994, la motocicleta se alzó con el campeonato mundial de motocross en varias ocasiones, con hasta cuatro pilotos diferentes al mando. Este éxito consolidó su reputación como una máquina de alto rendimiento y fiabilidad.
El diseño de la Honda CR 500 incorporaba tecnologías avanzadas para su tiempo. Está equipada con un motor de dos tiempos, refrigeración líquida y una configuración de carrera corta que le permitía alcanzar una potencia de 65 caballos de fuerza a 6.000 revoluciones por minuto. además de tener un peso de apenas 109 kilogramos en orden de marcha. Estas características le otorgaban una aceleración impresionante, capaz de llevarla de 0 a 100 km/h en tan solo cuatro segundos.
Un homenaje a la ingeniería de Honda
La Honda CR 500 no solo es un objeto de colección, sino también un testimonio del ingenio y la innovación de la marca japonesa. Durante los años 80, los motores de dos tiempos dominaban el mercado, y Honda supo aprovechar al máximo esta tecnología para crear una motocicleta que combinaba potencia, ligereza y fiabilidad. Según destacó Motorpasión Moto, la marca utilizó todos los recursos disponibles en ese momento para diseñar un modelo que marcó un antes y un después en el motocross.
El éxito de esta moto en las competencias internacionales no solo consolidó su reputación, sino que también la convirtió en un referente para futuras generaciones de motocicletas todoterreno. Su legado sigue vivo, no solo en las pistas, sino también en el mercado de coleccionismo, donde continúa siendo una de las motocicletas más codiciadas.