Meghan Markle sigue consolidando su imagen como referente de estilo. En plena primavera y en una de sus escasas apariciones públicas junto al príncipe Harry, la duquesa de Sussex ha acaparado todas las miradas este miércoles, 23 de abril, en la cumbre Time 100 celebrada en el Lincoln Center de Nueva York. Aunque sus palabras durante el evento fueron su gran aportación de la noche, para los amantes de la moda su elección de vestuario no pasó desapercibida: un conjunto sofisticado, ideal para el día a día en la oficina, y que incluía un guiño muy especial a la moda española.
Lejos de los vestidos de gala o los looks de infarto, Meghan apostó por la elegancia discreta, lo que muchos definen como “lujo silencioso”, con un traje de lino en color beige firmado por Ralph Lauren. Una opción acertada para los días más primaverales, que mezclaba comodidad con distinción gracias a su corte oversize y tejido ligero. La americana, con solapa estructurada y dos botones, tiene un precio de 2.350 euros, y se acompaña de un pantalón de talle alto y pernera de elefante que asciende a 2.050 euros.
Completando el estilismo, la duquesa lució una blusa blanca de manga tres cuartos con cuello camisero y lazada, modelo Karen, también de Ralph Lauren, valorada en 1.390 euros, además de un cinturón de piel marrón con hebilla dorada, por 335 euros. Sin embargo, el detalle que más ha enamorado a los amantes del mundo de las pasarelas ha sido su elección de calzado: unos salones en ante color coñac del diseñador español Manolo Blahnik.

Unos tacones clásicos y versátiles
El modelo escogido por Meghan fue el icónico BB, inspirado en la elegancia atemporal de Brigitte Bardot, con un tacón fino de 10,5 centímetros que alarga la silueta sin renunciar a la comodidad. Esta pieza, que tiene un precio de 725 euros, no es nueva en su armario: la ha utilizado en al menos ocho ocasiones desde que la estrenara en 2019, incluyendo viajes oficiales a Nigeria y eventos vinculados a los Invictus Games. Su versatilidad y corte clásico lo han convertido en uno de sus imprescindibles.
Detrás de estos tacones se encuentra una de las leyendas del diseño español: Manolo Blahnik. Nacido en Canarias de madre española y padre checo, Blahnik pasó su infancia en un entorno tropical que inspiró muchas de sus creaciones más imaginativas. Desde pequeño mostró fascinación por el arte y la moda, y su trayectoria lo ha llevado a ser considerado uno de los zapateros más influyentes del mundo. Sus diseños han pisado alfombras rojas, pasarelas y, como en este caso, eventos internacionales con carga política y cultural.

El atuendo de Meghan en Nueva York ha sido un claro ejemplo de cómo unir sofisticación y funcionalidad. El traje de dos piezas, en tonos neutros y con cortes relajados, es ideal tanto para una jornada laboral como para compromisos más formales. Y los zapatos de Manolo Blahnik aportan el equilibrio perfecto entre tradición artesanal y tendencia, un sello que la duquesa valora y repite.