Ricardo Darín (68 años) es uno de los actores más emblemáticos de Argentina que, a pesar de alcanzar la cima del cine mundial, no ha perdido nunca la esencia de su vida personal. Puede que, a algún despistado, no le suene su nombre, pero basta con ver sus ojos azules casi grises, para identificarle al instante. El intérprete ha reconocido en más de una ocasión que su felicidad no depende de premios ni del reconocimiento internacional, sino de poder darse “dos duchas calientes al día”.
Una familia marcada por la familia y la sencillez
Hijo de dos actores de renombre, Ricardo Darín y Renée Roxana —de origen ítalo-sirio-libanés— desde niño estuvo rodeado de teatro y cine, lo que fue cimentando poco a poco su pasión por la interpretación. Sin embargo, al principio ser artista no entraba entre sus planes, quería estudiar algo relacionado con la veterinaria o la psiquiatría. No obstante, el destino quiso que probara las telenovelas y a los 16 años ya era un personaje conocido. Pasó a formar parte de los “galancitos”, el grupo de actores jóvenes que conquistó al público argentino durante los años 80.
A sus 21 años, el público empezó a interesarse más por su vida amorosa, cuando comenzó una relación amorosa con Susana Giménez (una intérprete muy reconocida en Argentina), 13 años mayor que él. Su romance duró nueve años. Más tarde, se toparía con al amor de su vida, Florencia Bas, con quien se casó cinco meses después de conocerla. A pesar de que la pareja haya pasado algún que otro altibajo (se separaron temporalmente en 1999 y 2001), su relación nunca se apagó. De hecho, durante esa temporada en la que no estuvieron juntos, Darín paseaba por el barrio de Palermo de Buenos Aires y vio la casa con la que Giménez y él habían soñado tantas veces. Sin dudarlo, la compró, la llamó para contárselo y decidieron darse una segunda oportunidad.
La familia, su núcleo esencial
El amor de Darín por su familia es evidente en cada aspecto de su vida. Con Florencia, su esposa desde hace más de 30 años, ha formado una familia sólida, con dos hijos: el actor y productor Chino Darín (pareja de Úrsula Corberó) y la empresaria y cantante Clara Darín. Chino, quien sigue los pasos de su padre en el mundo de la actuación, ha tenido una exitosa carrera en Argentina y España, mientras que Clara ha elegido el mundo del diseño y la música, fundando su propia firma de ropa y lanzando una empresa multimarca de jóvenes diseñadores argentinos.
En varias entrevistas, el argentino ha mostrado su admiración por su esposa, destacando su capacidad para mantenerse en constante evolución. “Florencia no es la misma. Va cambiando constantemente, está en permanente movimiento. Todos los días me asombra de alguna manera”, ha confesado el actor en alguna ocasión.
Un hombre discreto, pero con principios firmes
Su vida siempre ha estado alejada de las cosas ostentosas. No busca ni la fama internacional, ni las alfombras rojas, ni las cámaras. Siempre ha estado alejado de las controversias políticas o religiosas. Mantiene una postural neutral, prefiriendo no posicionarse públicamente ni como partidario de ningún movimiento.
Un actor que sigue conquistando el mundo
A lo largo de más de cinco décadas de carrera, Darín ha demostrado ser mucho más que un galán de telenovelas. Con el paso de los años, se ha consolidado como uno de los grandes nombres del cine latinoamericano y mundial. Desde su memorable papel en Nueve reinas (2000) hasta su éxito global con El secreto de sus ojos (2009), ha sido un referente del cine argentino. En 2022, con Argentina, 1985, se volvió a posicionar como uno de los actores más importantes del cine internacional.
