Hace solo unas horas se paralizaba por completo la prensa noruega. Una cadena de televisión del país escandinavo protagonizaba este martes uno de los episodios más desconcertantes y desafortunados de su historia informativa. En pleno horario de máxima audiencia, un rótulo emergente en pantalla informaba erróneamente del fallecimiento de la reina Sonja de Noruega. La noticia, aunque apenas duró unos segundos en pantalla, fue suficiente para sembrar el caos entre los espectadores y desatar una oleada de reacciones en redes sociales.
El canal responsable, VGTV, se vio obligado a pedir disculpas públicas tras el revuelo generado por la falsa alarma. El incidente ocurrió mientras se emitía una noticia sin relación directa, pero el mensaje fue claro y contundente: “La reina Sonja ha muerto”. Esta afirmación, en un país profundamente conectado emocionalmente con su familia real, provocó un impacto inmediato.
El contexto tampoco ayudó a calmar la situación: apenas un día antes, la reina había sido hospitalizada de urgencia por problemas respiratorios, lo que mantenía en vilo a la opinión pública. La idea de una tragedia real era, por tanto, creíble y especialmente dolorosa para muchos. Además, desde la casa real se había mantenido un inusual silencio sobre el estado de salud de la reina, lo que contribuyó a que la falsa noticia tuviera más eco. Sin embargo, tras lo ocurrido, desde el Palacio Real confirmaron rápidamente que Sonja, de 87 años, había recibido el alta médica y se recuperaba en casa, aunque con su agenda oficial completamente cancelada por el momento.

Un desliz imperdonable en tiempos de incertidumbre
Tras el incidente, Tora Bakke Håndlykken, editora de noticias de VGTV, compareció públicamente para asumir la responsabilidad y ofrecer explicaciones. “Este es un error muy desafortunado y lamentamos mucho el incidente. Nos hemos disculpado directamente con el Palacio y pedimos disculpas a nuestros espectadores. El mensaje se debió a un error interno y estuvo fuera por unos segundos”, explicó, visiblemente afectada.
Fue el príncipe heredero Haakon de Noruega quien se encargó de tranquilizar a la población. En una comparecencia pública, habló por primera vez del estado de su madre. “Creo que hay motivos para preocuparse cuando se elige un traslado urgente en helicóptero hasta el hospital. La reina ha recibido un estupendo tratamiento en el centro hospitalario, tienen unas facultades extraordinarias. Por suerte, ninguno de los test ha evidenciado nada grave”, afirmó.
Un historial médico que inquieta
La salud de la reina Sonja había sido motivo de preocupación ya desde comienzos de año, cuando fue hospitalizada por una arritmia cardíaca. En esa ocasión, le fue implantado un marcapasos y recibió el alta tan solo un día después de la intervención. Su rápida recuperación y su enérgico regreso a la actividad pública parecían dejar atrás el episodio. Sin embargo, su reciente hospitalización por dificultades respiratorias reavivó el temor por el estado de una monarca que, hasta hace poco, había sido sinónimo de vitalidad.
La reina Sonja había disfrutado de las vacaciones de Semana Santa junto al rey Harald en su refugio de montaña en Jotunheimen. Desde allí, fue trasladada en ambulancia aérea a Oslo tras presentar dificultades respiratorias. Según el comunicado oficial, estaba previsto que regresaran por carretera, pero la situación de salud alteró esos planes.