
Un error recurrente en una máquina de café automática de más de 2.000 francos suizos (aproximadamente 2.351 euros) ha generado una serie de inconvenientes para Andrea Schneeweis, residente en Zúrich, pero de origen vienés. Según informó el medio suizo Blick, la compra de este dispositivo, realizada a través del distribuidor por correspondencia Ackermann, se convirtió en una experiencia frustrante que se ha extendido por más de un mes.
El problema comenzó el 13 de marzo, cuando esta cliente recibió la cafetera de la marca Siemens. Apenas dos días después de instalarla, el dispositivo comenzó a mostrar un código de error en la pantalla, identificado como “E000E”, que impedía su correcto funcionamiento. Este fallo técnico, que requería desconectar el aparato, esperar un minuto y volver a encenderlo, se convirtió en una constante cada vez que intentaba utilizar la máquina.

Una inversión que no cumplió las expectativas
El precio elevado del electrodoméstico, que se estableció en pagos mensuales, aumentó la frustración de Andrea. Según detalló al medio Blick, esperaba que un producto de esta categoría funcionara sin inconvenientes. Sin embargo, en lugar de disfrutar de las diferentes variedades de café que el dispositivo prometía, tuvo que recurrir nuevamente a su antigua máquina de cápsulas para satisfacer su consumo diario.
La situación llevó a la vienesa a contactar al servicio de atención al cliente de la distribuidora, con la intención de resolver el problema o incluso cancelar el contrato de compra. Sin embargo, la empresa rechazó esta solicitud y la remitió directamente al servicio técnico de Siemens en Suiza, lo que marcó el inicio de un proceso prolongado y complicado.
Cuatro semanas de gestiones sin solución
De acuerdo con el medio suizo, Andrea se enfrentó a semanas de intercambios telefónicos, correos electrónicos y envíos de paquetes en un intento por solucionar el problema. A pesar de estos esfuerzos, el fallo persistió, dejando a la consumidora sin una solución definitiva y con una máquina que no cumplía con las expectativas iniciales. Lo que le ofrecía la distribuidora era recoger la cafetera en su casa con el fin de arreglarla, pero cuando parecía que todo ya estaba en orden, la máquina llegaba con el mismo fallo. La mujer suiza comenzó a perder la paciencia.
“Quiero señalar que recibí dos dispositivos defectuosos en menos de un mes. Para una inversión de 2.000 francos, tal situación es absolutamente inaceptable”, ha expresado esta cliente para Blick. En este sentido, ha añadido que “todos al teléfono son siempre muy amables, pero el problema aún no se ha resuelto”. La segunda cafetera duró exactamente un día desde que la recibió en casa. Además, esta vienesa pudo comprobar por grupos de Facebook que otros compradores también habían tenido el mismo problema con ese modelo de electrodoméstico.
Sin embargo, la historia no acaba mal para Andrea. “Esta mañana recibí un correo electrónico de Ackermann”, ha contado aliviada al medio suizo. Además, ha añadido que “accedieron excepcionalmente a recuperar la máquina e incluso a reembolsarme parte de los costes”. De este modo, ya podrá disfrutar del café que tanto ansiaba o recibir el dinero de vuelta en su cuenta.