Es una historia que mezcla lo cotidiano y lo extraordinario, las dificultades de la pandemia y lo que supuso el toque de queda para los ciudadanos. Los hechos sucedieron en 2020, en plena era de coronavirus, cuando la policía local de Fano (norte de Italia) deslumbró a un hombre caminando en plena carretera nacional. Eran las dos de la madrugada, por lo que los agentes detuvieron al hombre por incumplir el confinamiento.
El hombre, aunque dijo encontrarse “cansado y con frío”, estaba lúcido y bien orientado, por lo que no mostró resistencia a la policía, y tras identificarse en la comisaría, explicó la razón de su presencia a esas horas de la noche: había salido de casa para caminar después de una discusión con su esposa, según ha recogido el medio italiano Il Resto del Carlino.
No obstante, lo que sorprendió a las autoridades fue que estaba a 450 kilómetros de su domicilio, en Como (frontera con Suiza). Además, llevaba ya una semana fuera de casa. “Caminé todo el camino hasta aquí, no usé ningún medio de transporte. Estoy bien, solo un poco cansado”, declaró el hombre a los agentes durante el interrogatorio.
La interminable travesía
En comisaria, el hombre detalló cómo había caminado a un ritmo constante durante toda la semana. Según explicó, caminó una media de 65 kilómetros diarios. Del mismo modo, para sobrevivir a la travesía, se alimentaba de la generosidad de las personas que encontraba en su camino. “Comí y bebí porque la gente que encontraba me ofrecía agua y comida”, señaló.
Aunque el trayecto fue largo y agotador, el hombre se mostró sorprendido de haber recorrido una distancia tan grande sin darse cuenta de la magnitud de su hazaña. Finalmente, tras realizar los controles de rutina, los agentes trasladaron al hombre al Hotel Augustus para descansar, donde fue ya había estado, dado que había pasado allí unas vacaciones en familia años antes.
Declarado desaparecido
Igualmente, durante su estancia en las dependencias policiales, los agentes descubrieron que su esposa había presentado una denuncia por desaparición siete días antes, cuando no volvió de su paseo. Preocupada por no saber nada de él, la mujer acudió a la comisaría de Como, donde residían ambos, para reportar su ausencia.
La policía, tras confirmar los datos, notificó a la esposa sobre el hallazgo. Ella se dirigió al día siguiente hacia Fano para recogerlo, pero se encontró con una inesperada sorpresa: además de la satisfacción de reencontrarse con su marido, también tuvo que hacerse cargo de la factura de hotel y de una multa de 400 euros que se le había impuesto al hombre por infringir el toque de queda que prohibía a todo el mundo salir de su cada de 22:00 a 5:00 horas.
El Forrest Gump italiano
Este inusual suceso se ha hecho viral rápidamente, provocando un intenso debate en redes sociales. Algunos usuarios lo comparan con el personaje de Forrest Gump expresando admiración por “su viaje terapéutico”, otros, sin embargo, cuestionan la multa impuesta al hombre, señalando que él solo buscaba una forma de lidiar con la tensión y el estrés de una discusión familiar en tiempos de pandemia.
