Dos solteros afilan sus cuchillos en ‘First Dates’ al no ponerse acuerdo con nada, pero es el Horóscopo el que pone punto y final: “Tienen el ego demasiado alto”

El hecho de que su acompañante no tuviera ni idea de boxeo, ni de cine, ha hecho que aumente la tensión en la cita

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Ismael y Rosa en su
Ismael y Rosa en su cita de First Dates (Montaje Infobae, First Dates)

A veces en First Dates la compatibilidad entre los solteros resulta no ser la esperada por los expertos del programa. Aunque el objetivo es seleccionar a dos personas que puedan darse una oportunidad en el amor, en ocasiones las diferencias son mayores a las similitudes que visualizan los productores. Este ha sido el caso de Ismael y Rosa, quienes a pesar de intentarlo no han podido ser más claros en cuanto a lo que pensaban de su cita.

El hombre de 56 años es taxista y se ha definido como alguien muy sincero que detesta la falsedad, lo que ha originado también el desenlace del encuentro. Según le ha comentado a Carlos, su trabajo es “una locura, es estar 24x7″ activo. En cuanto al amor, el soltero de Barcelona espera encontrar alguien con “empatía” y sea elegante, “que se vista por los pies”. Pero sobre todo, es muy importante que no tenga el síndrome de Peter Pan: “A mi no me verás en la discoteca moviendo el culo con chavalitas de 20, es patético. Hay tías que dicen: ‘Voy con mi hija que es mi amiga’. Y la hija pasando un bochorno... Se intentan poner unos leggins y parecen una morcilla de Burgos embutida”.

Por su parte, Rosa, también de Barcelona, ha confesado que “físicamente no es lo que buscaba”. Sin embargo, la mujer de 56 años no ha causado ningún atractivo para su cita, pues Ismael ha declarado: “Cuando ya le he dado dos besos no he notado ningún olor. Yo como buen tauro soy mucho de olores“. Incluso ha opinado que es ”demasiado mayor para mí“, algo que ha dejado ver desde el principio la desconexión entre los solteros.

“Con todos los respetos...parece mi madre”

Una vez los solteros se han sentado en la mesa, han tratado de conocerse mejor, antes de dejarse llevar por las primeras impresiones. “Me divorcié hace 17 años, lo que pasa es que he trabajado en el taxi muchos años de noche y es muy difícil compatibilizar vida”, le ha contado él. Rosa, que se puede imaginar como ha sido la vida de Ismael, porque “mi padre era taxista y sé lo que es”, y no quiere estar con alguien con “una profesión que no le permite estar en casa por las horas nocturnas”. En otro intento por ver si cuadraban en algo, la de Badalona le ha preguntado qué busca en una mujer: “Una persona que tenga ganas de tener una relación y no ande en medias tintas”, algo con lo que su acompañante está totalmente de acuerdo.

A pesar de coincidir en el tipo de persona que buscan, Rosa ya tenía claro que no quería estar con Ismael, porque le gustan los hombres “altos, que se cuiden y un poquito más joven, estoy acostumbrada”, ha confesado en el confesionario. Además, a su acompañante le ha comentado que de momento no busca una relación porque “convivir juntos no me va”. Esto ha provocado que su cita la vea “un poco falseta”, e igualmente ha añadido que “con todos los respetos, es una señora que parece mi madre”.

Ismael pone a prueba a su cita con el boxeo: “¿De cuántas onzas?"

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Ismael y Rosa en su cita de First Dates (First Dates)

La tensión entre los catalanes ha aumentado cuando ella le ha comentado que “me gusta hacer deporte, hago pilates en barra y boxeo”. Esta afirmación ha sorprendido a Ismael, a quien al parecer le gusta el deporte: “¿Usas pera?“, a lo que ella le ha dicho que no, Rosa tiene ”una especie de bolsa a la que se le dan golpes". La respuesta, que ha descuadrado un poco a su acompañante, le ha hecho preguntarle por los guantes que usa. “¿De cuántas onzas?“, pero su cuestión ha dejado sin habla a la de 56 años que no tenía ”ni idea".

El soltero, que afirma haberse interesado porque practicó el mismo deporte hace años, se ha quedado defraudado por descubrir que, en lo único que tenían en común, parecía que le estuviera vendiendo la moto. Sin embargo, le ha contado que en la actualidad hace un poco de ejercicio, “pero sin obsesionarme”. Una condición que no le ha parecido suficiente a ella, pues “es cuestión de tener un poco de ganas de hacer deporte y un poco de sacrificio”.

Al ver que estaban en una batalla perdida, Ismael ha cambiado de tema y le ha preguntado por el cine, ya que es algo que le encanta. Rosa le ha confesado que también le gusta “pero no hay películas muy buenas para ir”. Por su parte, el barcelonés ha afirmado que la última que vio fue “la de Resines”, porque le encantan las películas españolas. Al notar que a su acompañante no le hacía una especial ilusión, Ismael ha comentado ante la cámara en el confesionario que siempre hay gente “tirando por tierra lo nuestro, el cine español tiene películas muy buenas”.

No coinciden ni en la manera de viajar: “Somos agua y aceite”

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Ismael y Rosa en su cita de First Dates (First Dates)

El siguiente tema de conversación han sido los viajes. Rosa le ha comentado a su cita que a ella le encanta hacer viajes sola, “pero agrupada” para “conocer a gente”. Sin embargo, él le ha explicado que él prefiere viajar en coche: “me paro en Calahorra y me como un bocata de tortilla que está tremenda, me paro en Lugo que hay un sitio que se come… Eso no lo puedes hacer con el avión”, ha afirmado.

Al notar que no tenían nada en común, los minutos comenzaron a hacer cada vez más largos para los comensales que no sabían por dónde estirar la conversación: “Menos mal que los platos son pequeños”, ha comentado él. De esta manera, la catalana ha tratado de seguir sacando temas de conversación y las tornas han girado hacia el Horóscopo. No obstante, en el momento de decirle que ella era Leo, Ismael lo ha tenido muy claro: “Somos agua y aceite, y esos no se mezclan”, ha expresado. Y es que, según ha comentado el de 56 años, los de este signo "tienen el ego demasiado alto".

A lo pocos minutos de finalizar la cita, Ismael no aguantaba más. “Cuando me encuentro a gusto en una situación o con alguien se me nota” y en su caso se ha notado con claridad el hastío que sentía por la cena. “Si no quieres convivir con nadie, quieres viajar sola, quieres no sé qué y no sé cuál, pues chica quédate sola, ¿A qué vienes aquí?”, se ha preguntado a sí mismo. De esta manera, cuando le han preguntado por una posible segunda oportunidad, solo le ha faltado salir corriendo mientras respondía con un simple “no, no la veo receptiva”. Rosa, por su parte, ha concordado en lo que parece que ha sido lo único que les ha unido: “simplemente no ha habido feeling, no hay nada más”.