Cuando una pareja que convive junta y se promete no suele pensar en compartir piso con una tercera persona. Normalmente, es el momento para compartir tiempo con una mayor privacidad y comenzar a construir un camino conjunto. Sin embargo, existen un millón de inconvenientes que en ocasiones obstaculiza este objetivo, como es el caso de los alquileres. Algo similar les pasó a Taryn Elizabeth Smith y Kylie Sapphino, quienes se casaron en septiembre de 2024 y conviven con la hermana de la primera: Jaeden.
Todo tuvo su inicio cuando en 2021 la pareja decidió mudarse a Nueva York, una ciudad que mantiene los alquileres algo elevados: “Nos cansamos de compartir piso”, ha declarado Kylie en un artículo que ha publicado en Business Insider. Y es que, las dos mujeres han pasado por “suficientes historias de terror con compañeros de piso” como para convivir de nuevo con personas desconocidas. De esta manera, aprovecharon “una oferta por la COVID-19 para nuestro apartamento que nos permitió compartir una habitación con nuestros dos gatos“, comenta.
Al principio fue algo idílico que les generó mucha emoción, por lo que “nos quedamos con el primero que vimos”. Sin embargo, y a pesar de que “nos encantaba la ciudad y nuestro barrio de Brooklyn”, a los tres años dejó de ser suficiente para la pareja. El motivo: “No había suficiente luz natural, y por aquel entonces trabajaba desde casa. Pasaba todos los días sentada en este apartamento oscuro y sombrío, que empeoraba exponencialmente cuando el sol empezaba a ponerse a las 4 de la tarde durante el invierno”, ha afirmado. De esta manera, cuando se comprometieron decidieron encontrar un nuevo apartamento donde poder disfrutar de su compañía.
“Estaba decidida a cambiar algo”
Después de vivir durante tres años en un apartamento diminuto y oscuro, “estaba lista para mudarme, pero no estábamos seguros de poder renunciar a nuestro contrato de alquiler estabilizado”. Aun así, “después de comprometerme, estaba decidida a cambiar algo. Estábamos empezando oficialmente nuestra vida juntos, y no me imaginaba haciéndolo en el apartamento en el que vivíamos”, ha explicado Sapphino.
De esta manera, cuando la pareja supieron que la hermana de Taryn, Jaeden, estaba considerando mudarse a Nueva York, no dudaron en aprovechar la oportunidad: “Prácticamente, la presionamos para que se mudara con nosotros”, ha confesado. Como es comprensible, “me preocupaba cómo nos llevaríamos viviendo juntas, incluso nuestros amigos y familiares pensaban que estábamos locas por complicar nuestro primer año de matrimonio con una tercera compañera de piso, pero mudarme con mi cuñada transformó nuestra vida familiar de maneras que ni siquiera esperaba”.
Dejando los miedos y las preocupaciones de lado, decidieron alquilar un piso encantador “con salpicadero de cocina verde menta, ventanas deslumbrantes y una vista espectacular del horizonte de Nueva York”: “Era ahora o nunca”, ha afirmado la redactora. Afortunadamente, la convivencia y la relación entre los tres ha tenido más que buenos resultados.
“Nos unió más y nos llevó a la boda de nuestros sueños”
Gracias a la presencia de Jaeden en casa “tuvimos una dama de honor incorporada”. Y es que, la hermana de Taryn “ayudó a planear nuestra boda desde la comodidad de nuestro sofá compartido”, algo que sin duda “nos unió más y nos llevó a la boda de nuestros sueños”, ha confesado Kylie. Además, “cuando regresamos de nuestra luna de miel y vimos a Jaedan preparando una cena de bienvenida, nos sentimos como si hubiéramos regresado al hogar perfecto".
La seguridad y la calma que ha generado la convivencia entre las tres ha superado todos los estándares de la sociedad. Incluso, la comodidad que se respira en su casa de Nueva York ha hecho que la pareja vuelva a tener una “rutina”. Al parecer, “Jaedan nos ayudó a convertir las peleas habituales sobre a quién le tocaba cocinar en animadas comidas compartidas. Siempre había alguien con quien ver la televisión o ayudar a resolver alguna pequeña discusión matrimonial, como quién sacaba la basura”, ha señalado la escritora.
De esta forma, retomaron las “citas para tener tiempo para nosotras” y “ahora salimos juntas una vez a la semana para pasar tiempo de calidad sin nuestra compañera de piso”, ha continuado. De modo que esta convivencia no solo ha beneficiado a su salud matrimonial, sino que al ser tres personas, “nos permitió comprar un apartamento mejor sin arruinarnos, y además, disfrutar de una pijamada continua (pero con más vino)“, ha concluido. Mirando con retrospectiva, Kylie no habría pensado nunca que ”vivir con mi familia sería un sueño hecho realidad", pero después de su “primer aniversario de vida juntos, no podría imaginarme dejar este apartamento, ni a mi cuñada”.
